Que en una especie de “no canten victoria”, la auditora del Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México (OSFEM), Miroslava Carrillo Martínez, aclaró que las observaciones a los programas sociales derivados del Salario Rosa no han sido solventadas aún, porque si bien la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesem) ya entregó la documentación respectiva, el proceso de revisión tarda casi 120 días hábiles. Dicho de otra forma, habrá que esperar otros cuatro meses para el final de la telenovela.
Que el presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco-Servytur) del Valle de Toluca, Jorge Luis Pedraza Navarrete, se quejó de que la presencia constante de un “grupo radical” en las inmediaciones de la Plaza de los Mártires y los destrozos que ha causado a monumentos y edificios históricos, inhiben la presencia de visitantes. Lo alarmante es el impacto que unas cuantas personas están causando en las ya de por sí alicaídas ventas del comercio del primer cuadro de la ciudad.
Que por cierto, cuatro meses después, y más bien tímidamente, el profe-diputado Maurilio Hernández, líder aún de la dañada Cámara de Diputados, ante los actos vandálicos de que fue objeto hace días el inmueble y una de las fuentes ubicada enfrente, dijo que el Congreso “no será rehén de nadie, por ello ya se presentaron las denuncias correspondientes” ¿será que le hagan caso? Hay cientos de evidencias de la flagrancia de la comisión del delito, y si es cierto que procedieron, debería ser cuestión de días para que por fin se aplique la ley… o quede demostrada la impunidad.
Que hablando de castigos blandos, ayer los 15 hombres investigados por haber intentado “reventar” violentamente la casilla electoral de la Unidad Lázaro Cárdenas, en Metepec, fueron liberados de manera condicional. Para reparar el daño, algunos de los imputados deberán donar, cada uno, seis “tarjetas de regalo” de 500 pesos de una cadena comercial para el Tribunal de Tratamiento de Adicciones y 6 pruebas antidoping al mismo destino. Otros, mesas y sillas plegables para el IEEM. Les salió barato, y evidentemente nadie les ha preguntado quién fue el autor intelectual.
