Que antes de que estallara la bomba, Juana Elizabeth Díaz Peñaloza, la aún alcaldesa de El Oro, llevaba semanas escurriendo el bulto cuando las actividades públicas requerían su presencia, y siempre llegaba algún representante a dar la cara ante posibles reclamos. Muchos vecinos que al menos en redes sociales querían presentarle sus exigencias, curiosamente no encontraban ni rastro digital de la presidenta municipal. Ahora, obviamente, mucho menos, y es todo un misterio el paradero de la morenista de origen magisterial.
Un funcionario menor está a cargo de las riendas mientras la edil juega a las escondidas. Y no es para menos, pues ha revelado la Contraloría legislativa que Díaz Peñaloza tiene una colección de milagritos que le cuelgan desde hace meses, cuyas consecuencias tendrían serias repercusiones a menos de un año de haber tomado el cargo.
Que, con las claras diferencias en la naturaleza de su abuso de autoridad, el caso recuerda al de la alcaldesa de Capulhuac, Selenne Hernández Herrera, quien hace unos meses enfrentó acusaciones de agresión física, verbal y sexual contra una trabajadora del DIF municipal, y finalmente fue detenida y terminó en prisión. A estos ejemplos se suman varios por el estilo en años recientes… al parecer a algunos, sin distinción de género ni de cargo, el poder los trastorna.
Que dentro de las grandes tragedias como la explosión de la pipa en Iztapalapa a inicios de septiembre, hay aspectos que resaltan por la nobleza de la labor desplegada. Por ejemplo la de los profesionales del Banco de Tejidos del Estado de México, que hicieran posible la donación de más de 12 metros cuadrados de tejido amniótico y 400 centímetros cuadrados de membrana de colágeno para la atención de los lesionados. Este organismo fue reconocido a nivel federal por el Instituto Nacional de Rehabilitación. Muy merecido.
Que la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) dio a conocer la alentadora cifra de que, del primero de enero al 31 de octubre de 2025, hubo una reducción de 31 por ciento en el delito de homicidio doloso en comparación con el mismo periodo de 2024. Hacen notar que esta disminución equivaldría a que durante cinco meses no se registraran víctimas de este ilícito.