Que debería darles vergüenza a varios ayuntamientos que en las recién retomadas audiencias ciudadanas de la gobernadora Delfina Gómez y su gabinete, un gran número de las quejas y peticiones sean acerca de la carencia de servicios públicos, como el agua, la seguridad y hasta el alumbrado. Están a punto de concluir sus trienios y es evidente que no hicieron su chamba, distraídos en lo electoral y otras cosas “prioritarias”. Aquello de los bonos de marcha y aguinaldos para los altos mandos municipales debería ser con base en resultados. Soñar no cuesta nada.
Que a propósito, en Toluca enero se ve lejano, y sigue la mata dando con las pifias municipales en la comuna que preside Juan Maccise. Ahora son los cadetes de la policía quienes se quejan porque les han fallado con el pago de “becas” (una especie de pilón al magro salario que se les da) que se supone es para ayudarse con su transporte y otras necesidades elementales mientras cursan su capacitación. Encima, los ponen a trabajar tiempo extra, bajo presión de tener represalias si se niegan. Buena formación les están dando.
Que ahora sí ya es oficial. Quienes pensaban podían tirarse a la hamaca pues estarían bien amarrados por seis años en el gabinete gracias a su ascendencia política, ya empezaron a sudar, pues la gobernadora, en tono amable pero claro, advierte que hará evaluación y ajustes en la administración que encabeza. Así que se intensifican las quinielas sobre quienes irán a parar a la renata.
Que hablando de defenestrados, ayer el profe Cenobio, conocido también como El Che, ex director de la Normal Rural “Lázaro Cárdenas” de Tenería, fue detenido en relación con la muerte del estudiante Brayan Isidro. Lo cierto es que los que saben que en política no hay coincidencias, anotan que a los “futuros maestros” ahora sí se les pasó la mano con los destrozos del lunes en las oficinas de los SEIEM.
En algo que parece un juego de vencidas con las autoridades gubernamentales, ayer mismo los “teneríos” secuestraron autobuses una vez más, con todo y choferes, claro, acumulando una serie de delitos como privación ilegal de la libertad y daño en los bienes. Las preguntas ya parecen ociosas: ¿esos son los que educarán a las futuras generaciones? ¿Por qué siempre salen impunes?
