Que muy contento anda el alcalde de Toluca, Juan Maccise, presumiendo la rehabilitación de algunos tramos de calles privilegiadas en el centro de la ciudad, mientras la gran mayoría de la población se debate entre los verdaderos pozos en los que se han convertido miles de baches en todas las colonias y poblados.
La situación ya de por sí era grave, pero con las lluvias ha empeorado notablemente. La ironía es que los aguaceros se viven en medio de la escasez de agua que el alcalde Maccise no atina a remediar. Cientos de familias todos los días rezan porque no les toque restricción en el servicio, pues el gobierno municipal ya ni se toma la molestia de notificar de los cortes con anticipación a la ciudadanía.
Que están cada vez más asentados los triunfos electorales, por lo que ya muy pocos recuerdan los estropicios que la mapachada pudo ocasionar en el proceso que prácticamente ya ha concluido. Sin embargo la autoridad tiene la obligación de seguir las indagatorias y, en su caso, imponer sanciones ante cualquier irregularidad. Bajo la lupa están 15 casos de ediles o legisladores que en el pasado proceso anduvieron de alguna u otra manera promocionando a otros o a sí mismos fuera de los términos legales. A ver qué determina la Contraloría del Congreso local.
Que nuevamente la gobernadora Delfina Gómez ha dado muestras de sensibilidad ante la población, esta vez haciendo presencia en las comunidades de la zona oriente que fueron afectadas por las inundaciones en días recientes. Escuchó a la gente de los diversos puntos y explicó las estrategias que se están implementando.
Los esfuerzos de la autoridad estatal se han enfocado en la región para apoyar a las familias damnificadas, que en su adversidad se han sentido reconfortadas con las acciones de Protección Civil, Seguridad, Salud y otras instancias que ciertamente tienen mucha tarea por delante en materia de prevención para que esto deje de ser tradición anual desde hace muchos sexenios
