Que el que ya cayó del ánimo hasta de sus propios compañeros de partido es el regidor de Morena en Pachuca, Pablo Vargas, de quien dicen que incluso la comunidad académica y sus ex alumnos se sienten decepcionados del deplorable papel que está haciendo, donde a grito y sombrerazo quiere trascender, sin argumentos y sin conocimiento de reglamentos, por lo que al interior del morenismo se comenta que hasta ese cargo le quedó grande. Dicen que sigue aplicando las malas mañas del pasado perredista.
Que la secretaria del Trabajo en el estado, María de los Ángeles Eguiluz Tapia, ya platicó con los recién llegados presidentes municipales de 82 municipios respecto al tema de los despidos injustificados y sus consecuencias para la vida administrativa y laboral de sus ayuntamientos; de acuerdo con la funcionaria, realizar ceses injustificados de trabajadores puede tener consecuencias administrativas y en algunos casos consecuencias penales.
Que por si no fuera poco con la pandemia, ahora la llegada del frente frío 23 a la zona norte de Hidalgo podría traer consecuencias a la población si no se toman las medidas necesarias, por lo que Protección Civil del estado pidió no quemar material combustible en espacios cerrados o poco ventilados, tener precaución con objetos o estructuras ligeras que pudieran caer a la calle debido a las rachas de viento, elaborar un plan familiar de Protección Civil, así como evitar cambios bruscos de temperatura y prestar especial atención a miembros de población vulnerable, que con la presencia del covid-19 puede atenuarse más en las regiones afectadas.
Que en Pachuca quedaron suspendidas las actividades no esenciales, tales como antros y bares, y eventos masivos de cualquier índole. En el caso de los gimnasios, centros religiosos, iglesias y templos deberán limitar su capacidad al 20 por ciento y aplicar todas las medidas de seguridad sanitarias a los asistentes. Para los negocios con giros comerciales como restaurantes, restaurante-bar, comedores y cocinas queda prohibida la venta de bebidas alcohólicas y deberán priorizar la venta de alimentos para llevar y a domicilio. Su capacidad máxima permitida se reducirá al 20 por ciento.
