Que se espera que la próxima semana nomás que cuadren tiempos se reúnan de nuevo las alcaldesas y los alcaldes ahora sí los 84 que conforman la Asociación de Presidentes Municipales de Hidalgo, para terminar de ajustar la agenda que estarán trabajando en las nueve comisiones que la integran y que tendrán entre otros ejes principales la seguridad pública, el desarrollo urbano y el medio ambiente, sin dejar de lado el reto que representa para algunos municipios la llegada de nuevas inversiones lo que a su vez redundará también en la llegada de más población y la demanda de más servicios sin duda mucho trabajo por delante en esta iniciativa que preside el alcalde de Mineral de la Reforma Eduardo Medécigo.
Que decimos que son 84 pues como era de esperarse, y con una celeridad que llama la atención, la postura del presidente municipal de Pisaflores, Miguel Bahena, dio un giro de 180 grados pues apenas un día después de la formalización de la asociación, presuroso, solicitó los requisitos para adherirse al organismo. Este cambio repentino sugiere que las “cuestiones laborales” iniciales fueron, cuando menos, una cortina de humo. Es difícil no inferir que la decisión inicial de no sumarse a esta alianza estratégica pudo haber sido producto de una mala lectura política o una falta de visión sobre los beneficios de la unión. La Asociación de Alcaldes no es un mero club social, la pregunta es si su cambio de opinión se debió a una reflexión o a un jalón de orejas...
Que hablando de alcaldes la reciente revelación del secretario de la Contraloría en el gobierno estatal, Álvaro Bardales Ramírez, sobre los 11 presidentes municipales que incumplieron con la presentación o publicación de su declaración patrimonial de seguimiento, enciende una preocupante señal de alerta y resulta particularmente escandaloso el caso de Febronio Rodríguez Villegas, responsable de la administración pública allá en Tianguistengo. Su omisión en la declaración patrimonial cobra una dimensión aún más grave al contrastarse con la reciente polémica por la fastuosa y muy comentada fiesta de XV años de su hija, con un gasto millonario y, lo realmente inquietante, la presencia del mediático cantante El Komander.
