Que ayer en la entrega de las constancias a senadores de Simey Olvera y Cuauhtémoc Ochoa, la gran ausente fue Carolina Viggiano, quien por medio de un representante notificó que será este lunes cuando acuda a recibir el documento que la acredita como senadora de primera minoría, es decir, que llegará a la Cámara Alta por ser la segunda fórmula más votada por debajo de la de Morena. Quizá hizo bien la priista pues el evento dominical fue una fiesta morenista en donde se dieron cita militantes, funcionarios del gobierno que fueron a respaldar a los ganadores y la dirigencia del propio partido.
Que hablando de priistas, quienes piden que se haga un examen de conciencia son los tricolores de municipios como Ixmiquilpan y Tula donde los resultados los dejaron prácticamente sin espacios en las asambleas municipales, situación que dicen, no ha sido analizada por la dirigencia de Marco Mendoza y compañía, quienes a una semana de las votaciones siguen sin salir ante los medios a decir qué harán con el futuro del partido, cuál es la autocrítica y si van a dejar que lleguen nuevos perfiles.
Que también en el PRD la situación es lastimosa, pues se quedarán sin representantes locales y federales, e incluso no podrán tener diputado local ya que están por perder el registro. En las asambleas municipales, tendrán que decidir si se van regidores al PRI o al PAN, o se declaran independientes, o de ya enfilados se pasan a Morena. Y en los municipios de La Misión y Agua Blanca en donde ganaron las presidencias, tampoco podrán ostentarse como ayuntamientos perredistas ya que del sol azteca solamente quedará un mal recuerdo.
Que la presidenta del PAN, Claudia Lilia Luna es la única en salir a reflexionar sobre lo ocurrido con los resultados de la elección y dijo que no les convino aliarse con el PRI, por lo que harán una evaluación con los miembros de su comité, ya que solamente triunfaron en tres municipios en solitario y cuatro con la alianza, pero que no tendrán control de absolutamente nada. Dicen los panistas que sin juntarse con el PRI y PRD hubieran logrado mayor penetración, ya que la reputación de sus coaligados no les dejó nada bueno.
