Que Diego Rivera — el malo, no el muralista— se contagió con la ley censura de sus correligionarios de Campeche y Puebla, Layda Sansores y Alejandro Armenta, respectivamente. Resulta que los muchachos de seguridad del alcalde de Tequila, Jalisco, detuvieron de forma violenta y esposaron al camarógrafo Beto: su único delito fue captar las imágenes de un operativo en el municipio. Así que Rivera se ha mareado con el poder, pues además de querer cobrar 50 pesos a cada turista que entre a su territorio, ahora reprime la libertad de expresión. No cabe duda, diosito los hace y ellos se juntan.
Que la actitud del presidente municipal interino de Teuchitlán, Jaime Alberto Rodríguez, ante los cuestionamientos sobre el impacto del rancho Izaguirre y la situación del municipio fue evasiva e inaceptable. Limitándose a mencionar la falta de turismo —respuesta superficial ante preguntas concretas sobre seguridad, economía y percepción ciudadana—, el edil evitó dar explicaciones y optó por retirarse abruptamente de los medios. Su huida física: “Ya me voy ahorita regreso”, refleja una grave falta de transparencia y responsabilidad, especialmente en un contexto marcado por un hallazgo de alto impacto internacional.
Que algunas diputadas siguen haciendo política a través de redes sociales. Resulta que la diputada Mariana Casillas había anunciado en sus redes que este martes comparecería el director del SIAPA, Antonio Juárez Trueba, en una reunión de la comisión de Planeación que ella preside. El detalle es que no convocó oficialmente a ninguno de los integrantes de esa comisión. Cuando le cancelaron en tiempo y forma puso el grito en el cielo. Que ya le mandaron a decir que los funcionarios estatales encargados del tema del agua ya acudieron al Congreso a explicarle a todos los diputados y diputadas porqué es necesario un ajuste tarifario. ¿Qué más se le ofrece?
Que la verdad no peca pero incomoda, y eso pasó con la Federación Mexicana de Futbol, quienes al ver el relajo que se traen los Leones Negros junto a otros cinco equipos para que vuelva el ascenso y descenso, se puso a repartir investigaciones. De entrada, quitaron el subsidio que se le daba a los clubes de Expansión como “ayuda” por no ascender y ahora también le mandaron a la Comisión Disciplinaria a UdeG y Cancún, quienes en caso de encontrarlos culpables de violar el reglamento interno por sus declaraciones, podrían pagar cerca de 450 mil pesos.
