Que mientras la defensa intenta desmontar las acusaciones con testimonios de colaboradores de José Ascención Murguía, alcalde de Tehuchitlán —una secretaria que afirma no ver mensajes sospechosos en su teléfono, policías que niegan reuniones extrañas y un bombero que habla de un alcalde “perdido” en un rancho—, el MP Federal presenta cuatro testigos protegidos que vinculan directamente al edil con el CJNG, incluido el pago de 70 mil pesos por protección. La estrategia de la defensa, basada en declaraciones de subordinados, contrasta con la gravedad de las pruebas presentadas por el fiscal Alejandro Gertz Manero, para vincular a proceso.
Que porque las buenas también son noticia, el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG), al cumplir 40 años, no solo celebra su resiliencia ante los desafíos históricos del cine nacional, sino que se consolida como un motor económico y un puente cultural global. Con una inversión récord de más de 31 millones de pesos —respaldada por instituciones clave como la Universidad de Guadalajara y los gobiernos estatales y municipales—, el FICG trasciende lo artístico para convertirse en un generador de empleos, turismo y proyección internacional para Jalisco.
Que pese a que se dio entrada a la discusión de una propuesta de ley en el Congreso de Jalisco para regular el uso de patines eléctricos, en los últimos meses ha habido un incremento del desplazamiento de ese medio de transporte. Vecinos de diferentes colonias de la ZMG denuncian imprudencia de los usuarios porque se desplazan a gran velocidad de manera silenciosa y por arriba de las banquetas. Y mientras tanto, los diputados siguen cobrando sin sesionar.
Que los recientes hechos violentos en El Salto —el asesinato del dueño de una taquería por resistirse a un asalto, las ejecuciones vinculadas a disputas criminales y ahora un conflicto mortal por un predio— no son casos aislados: son síntomas de una crisis de seguridad que se ha normalizado como paisaje cotidiano. Mientras tanto, la disputa por un predio en San Miguel de la Punta, resuelta con balas y una camioneta abandonada, evidencia cómo la violencia permea en el municipio morenista.
