Que la cuenta regresiva ya inició en el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en Guanajuato. Este sábado se realizará la asamblea donde se elija al nuevo consejo y quienes tendrán que votar y elegir a la nueva secretaria general, que será Virginia Magaña Fonseca.
En la asamblea participarán unas 200 personas, luego de la elección de ‘Kikis’, como es conocida la también senadora Virginia Magaña, rendirá protesta en el cargo y entrará en funciones. Este proceso se viene dando para algunos en medio de una guerra sucia con quien tomará las riendas del partido.
Por ejemplo, ayer repentinamente la ex diputada local y luego asesora, Vanessa Sánchez Cordero hizo público que estará solicitando su baja como militante al Partido Verde, al resultarle incómodo “imaginar que tengo que estar a las órdenes de una dirigencia sin legitimidad, sin amor a la camiseta, nacida de la ingratitud, traición, mentiras, engaño, soberbia y la poca altura de miras”.
Que la ex diputada señala en su comunicado que la dirigencia que estará a cargo de personas que claramente han mostrado su interés de servirse de la política y no de trabajar por el bien de Guanajuato, y llama la atención porque quien será la próxima secretaria general es la primera vez que ocupa un cargo de elección popular, y no fue precisamente por la vía plurinominal.
Esta división al interior del Verde en Guanajuato es clara, el partido se fractura en dos, quienes seguirán apoyando al grupo del actual diputado local Sergio Contreras que ha estado al frente de la dirigencia en los últimos años y quienes se alinearán con la nueva dirigente. Donde arreciará sin duda el fuego amigo.
Algo es claro, esta situación no le conviene a nadie, ni mucho menos al partido. Que puede correr el riesgo en las intermedias del 2027 perder hasta el registro. Habrá que ver si con la salida de Vanessa Sánchez se dan otras más en cascada, ya algunos comenzaron a brincar y forman parte de la nómina de gobierno estatal. _
