Que no tarda en estallar la bomba en cuanto a la deuda que Grupo Pachuca tiene con la paramunicipal Servicios de Agua Potable y Alcantarillado de León (Sapal) por agua consumida en el Estadio León, misma que se dice asciende a unos 40 millones de pesos y no se ha hecho nada oficial respecto a que vayan a saldar el adeudo.
Pero ésta no es una práctica que la empresa de Martínez tenga en Guanajuato, nos cuentan que hay un asunto similar en el estado de Hidalgo, sede del corporativo dueño de los equipos León y Pachuca. Ya empiezan a hacer voces al interior del municipio que exigen que el saldo se liquide pues no se tienen miramientos por ejemplo para el ciudadano común.
Que la alcaldesa de Irapuato, Lorena Alfaro, trae encendidos fuegos en varios frentes, pero especialmente deberá poner atención a lo que sucede en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) en donde los cambios de mandos y los ataques en contra de elementos de la corporación sólo están dejando mal parada a la administración.
Una muestra de los golpes que pretenden darle a su gobierno, con fuego amigo, sin duda fue el “secuestro” de las cuentas de redes sociales de la dependencia encargada de la seguridad desde el fin de semana en donde publicaron memes en contra de la primera edil; si no se pone orden los ganones serán sin duda los criminales.
Que hablando de alcaldes y seguridad en Guanajuato se sigue apostando por la profesionalización de las policías municipales, sin embargo aún hay alcaldes que siguen haciéndole al vivo y prefieren mantener direcciones con burocracia innecesaria en lugar de invertirle al salario de sus policías pues triste pero cierto aún hay un par que aún pagan 4 mil pesos a la quincena.
Está bien que en el estado, según una encuesta aplicada a los policías, éstos tengan un alto concepto de su trabajo, y muestren compromiso con la comunidad a la que sirven, pero de igual manera los municipios que no pagan el mínimo sugerido por el gobierno del estado deberían de empezar a atender este tema.
