Ángel Ignacio, estudiante de 19 años, fue asesinado. Otra joven estudiante resultó herida de bala.
Elementos de la Guardia Nacional les dispararon de manera unilateral. ¿Qué implica esto?
La sociedad civil denunció el uso excesivo de la fuerza por parte de agentes del Estado. Se documentaron matanzas en las administraciones de EPN y Calderón.
En el actual sexenio los datos tienen continuidad.
La respuesta que construyó AMLO para las demandas de la sociedad civil fue crear la Guardia Nacional. Esta corporación está integrada por agentes de formación militar.
El presidente sostiene la tesis de que regresar estos activos a los cuarteles generaría peligrosos “vacíos” de poder.
Esta corporación ofrece un marco legal que regula la presencia y las acciones de estos agentes en las calles.
Los recientes hechos ponen en cuestión que dichas leyes sean suficientes para garantizar que las acciones de seguridad se realicen respetando los derechos humanos.
Las investigaciones del asesinato del estudiante de la Universidad de Guanajuato han tenido algunas contradicciones en cuanto al disparador.
Sin embargo, lo que hasta ahora no se ha puesto en cuestión es que los agentes de seguridad dispararon de manera unilateral porque consideraron sospechosos los movimientos de un automóvil.
Es decir, no hay elementos que justifiquen los disparos.
Los elementos de la Guardia Nacional actuaron atendiendo a la naturaleza de su formación militar que consiste fundamentalmente en el fuego letal. Son agentes con capacitación para actividades que ponen en riesgo la vida de los civiles.
El asesinato de Ángel Ignacio implica, para la sociedad, revisar el modelo de seguridad en todo el país. Cuestionar la ilegalidad de los mercados que supuestamente justifican la presencia de fuerzas armadas en las calles.
Quizá haya que apurar la legalización de esos mercados.
Debemos revisar la agenda de la sociedad civil y quizá haya que reordenar la prioridad de las exigencias en materia de seguridad.
@davidperes_
