El presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho varias veces que no importan los cargos sino los encargos. Así ha actuado desde que llegó a Palacio Nacional. Más allá de lo que un puesto en el gabinete o en otro lugar quieran decir según las descripciones, el Presidente cree o intuye que cierto colaborador es el indicado para cierto proyecto específico y a él se lo encarga. Nada nuevo, los presidentes así lo han hecho, tal vez López Obrador un poco más.
En este sexenio, sobre todo en los últimos tiempos, la Secretaría de Relaciones Exteriores ha sido encargada en mucho mayor medida que en otros tiempos en asuntos económicos con el exterior. Tal vez porque Ebrard lo peleó, porque quienes han pasado por Economía no lo han hecho, o simplemente porque López Obrador así lo decidió; el caso es que después de la desaparición de ProMéxico —que estaba sectorizado en la Secretaría de Economía—, fue la cancillería quien creó un programa y hasta un puesto a mediados de 2021 para atraer inversión.
Y entonces, Tesla.
La fama del dueño de la productora de autos, el hombre más rico del mundo —al menos en valor de bolsa—, el tamaño de la inversión y lo que significa la decisión de venir a México hacen del anuncio un regalote para cualquier secretario de Estado o funcionario público; imaginemos para una corcholata que pueda presumirlo como suyo.
El Presidente ha bordado con cuidado.
Habló de una objeción por el agua —vaya usted a saber si era cierta— y se apropió en el discurso de una negociación que… no cambió nada, Tesla va a Nuevo León como se sabía. Pero el que lo logró fue él, al menos para la mañanera, no una corcholata.
Claudia Sheinbaum y Adán Augusto lo agradecen.
Marcelo Ebrard levantó la mano ayer en Twitter: “Ahora que se ha dado a conocer la buena noticia de la inversión de Tesla en México por el presidente López Obrador, es de justicia reconocer la enorme labor de Martha Delgado (subsecretaria para asuntos multilaterales), Iker Jiménez (director general de impulso económico global) y Margarita Alcántara (jefa de la oficina de la subsecretaría) para lograrlo, fructificó una paciente labor de 14 meses, felicidades!!”.
Pienso que es tarde.
El Presidente cuida a sus corcholatas, tal vez haría lo mismo por Marcelo si Claudia o Adán… Okey… tal vez no.
Carlos Puig@puigcarlos