Apagado, triste, peleado, el Partido Acción Nacional ha vivido malos años desde que dejó la Presidencia con Felipe Calderón y quedó en tercer lugar en la presidencial que ganó Enrique Peña Nieto.
El sexenio pasado sirvió para que todos se pelearan con todos, tienen un senador en la cárcel y otros peleando acusaciones y persecuciones. Sus dos ex presidentes han huido en algún momento del partido y apoyado otras causas, Fox a Meade, Calderón a sí mismo.
Salvo algunos y algunas, que se cuentan con una mano, han pasado desapercibidos en el Legislativo y tienen a un gobernador en líos serios con la justicia; un gobernador panista —es un decir— hizo todo lo posible para que una candidata panista no fuera gobernadora en Chihuahua y su ex candidato presidencial, segundo lugar en 2018, anda recorriendo el país y tiene más repercusión cuando dice algo chusco o cuando le responde, como ayer, al presidente López Obrador.
Aun así, podemos decir que no les fue nada mal el domingo pasado en las urnas.
Serán la segunda fuerza en la Cámara de Diputados, han recuperado la presencia que hace años habían perdido en CdMx y, salvo la derrota en Baja California Sur que habían gobernado 10 años, no tuvieron derrotas importantes. Ahora, como en toda segunda mitad de sexenio el jaloneo se pondrá más duro.
No creo que importen mucho los panistas —es un decir— que perdieron en Chihuahua, es decir, Corral y Madero que ya salieron a decir que lo del domingo es un espejismo y que, por lo pronto, el liderazgo que necesita la oposición “está difícil que surja hoy de los partidos cooptados por dirigencias con proyectos egocéntricos”. Y sí, se refieren al PAN y, tal vez, a ellos mismos.
Pero sí importará la próxima gobernadora de Chihuahua, que conoce el partido al derecho y al revés y ha navegado entre guerras internas por años con inmenso éxito.
Levantará la mano, y con razón, Jorge Romero, líder del PAN de CdMx y acumulador de algunos escándalos cuando gobernó Benito Juárez. Por supuesto ahí estará primero en la fila Anaya y el actual líder formal del PAN, Marko Cortés. El queretano ya advirtió ayer en su chistín de AMLO que se verían en el 24.
Y luego está Margarita Zavala, de regreso en el blanquiazul como diputada, votada en su distrito abrumadoramente. Y pues siempre es posible que Felipe Calderón crea que todo lo que pasó, pues es gracias a él. Se va a poner divertido el blanquiazul.
@puigcarlos
