- cmarin@milenio.com
- Periodista con 55 años de trayectoria, autor del libro Manual de periodismo, escribe de lunes a viernes su columna "El asalto a la razón" y conduce el programa del mismo nombre en Milenio Televisión
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La cuatrotera contraloría del INE
Por fortuna es de carácter administrativo, no penal, la embestida de la Contraloría interna del INE contra Claudia Zavala y otros cinco consejeros y ex consejeros. -
Hace suya la ignorancia de AMLO
La presidenta Claudia Sheinbaum hace suyo el reclamo de López Obrador al rey de España por los crímenes de la Conquista, lo que es aplicar criterios modernos a hechos del pasado -
El privilegio que perdió Zedillo
Los nuevos autócratas no buscan el poder a través de un golpe de Estado o una asonada, sino que juegan con las reglas de la democracia para destruirla -
Ni cómo ayudar a Fernández Noroña
Intentó justificarse alegando que recibió una invitación del Estado palestino como presidente de la Mesa Directiva del Senado… cargo que dejó el 1 de septiembre -
Álvarez-Buylla frente al espejo
De todos los defectos del obradorato, pocos tan reveladores de su desprecio por el conocimiento como la gestión de María Elena Álvarez-Buylla en el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. -
Criminal asedio porril a la UNAM
Espejo de la población mexicana, en la UNAM ocurre lo mismo que fuera de sus planteles: así como la gente común del país no se organiza, la comunidad universitaria tampoco para ponerse de acuerdo en demandas racionales y elementales -
Un tribunal sin Otálora ni dignidad
Janine Otálora renuncia al Tribunal Electoral; su salida marca el fin de una voz crítica y congruente en la judicatura. -
Avala Claudia lo que antes condenó
En la Cámara de Diputados, donde se revisó el dictamen senatorial, la inconstitucional aplanadora lopezobradorista eliminó esa redacción, pero aprobó… ¡lo mismo! -
Otro transitorio, misma fregadera
La nueva Ley de Amparo no es precisamente retroactiva (excepto si beneficia a quien recurre a la protección de la justicia federal, nunca en su perjuicio), pero es una de las perversidades pergeñadas por el segundo piso del obradorato