El Cardenal Angelo Sodano, Secretario de Estado Emérito y Decano Emérito del Colegio Cardenalicio, acaba de fallecer en Roma a la edad de 94 años. En los últimos días las condiciones de salud empeoraron tras el contagio por Covid19. Se sumó a otras patologías que padecía desde hacía tiempo. Sodano nació en Isola d'Asti, en la región de Piamonte, el 23 de noviembre de 1927. Recio conservador y un clérigo que veía el mundo desde una perspectiva de la Iglesia como centro del universo. Fue un rudo operador y represor contra la Teología de la Liberación.
En definitiva, fue un sicario de Dios pues acometió con furia el progresismo católico latinoamericano. Sodano, para Juan Pablo II, era un hombre de toda su confianza, compartían una misma visión geopolítica del papel de la Iglesia al final de la Guerra Fría. Fue Secretario de Estado desde 1991, con Juan Pablo II y con Ratzinger hasta 2006. Cerró su gestión con fuertes diferencias con Bendicto XVI respecto al mundo islámico. Fue en ese momento que comenzó la gestión de Tarcicio Bertone en la misma Secretaría, una nueva era caracterizada por confrontaciones internas y lucha de poder al interior del Vaticano.
Angelo Sodano, como Secretario de Estado, fue el funcionario más poderoso en el Vaticano durante más de 15 años. Fue un operador político muy controvertido. Propició nombramientos de obispos y cardenales muy conservadores. En México fortaleció la figura del nuncio Girolamo Prigione, su paisano piamontés, y cobijó el llamado Club de Roma encabezado por Norberto Rivera, uno de sus clérigos consentidos. Sodano fue aliado incondicional de los Legionarios de Cristo, los encubrió con todo su poder y protegió a Marcial Maciel incluso cuando se comprobaron sus aberrantes crímenes sexuales. Jason Berry en su libro “Las finanzas secretas de la Iglesia”, expone cómo los legionarios financiaban a Sodano, así como transacciones muy sospechosas de sus sobrinos comprando grandes inmuebles muy baratos a Diócesis norteamericanas urgidas de liquidez para indemnizar a víctimas de abusos sexuales
Siempre a la derecha del espectro eclesial. Cuando fue nuncio en Chile, apoyó la dictadura del general Augusto Pinochet. En cierto sentido comulgaba con defender una “civilización occidental y cristiana” frente al asecho del marxismo. Fue amigo muy cercano al dictador, justificó el derramamiento de sangre y la brutal represión a la población.
Con la muerte de Angelo Sodano se va toda una época del llamado invierno eclesial.
Bernardo Barranco