La Convención sobre los Derechos del Niño es el tratado más ratificado de la historia, firmada hace 36 años, en ella se afirma una verdad elemental: Que cuando protegemos a los miembros más jóvenes de la familia humana, construimos un mundo mejor.
En estos tiempos, sin embargo, los niños y las niñas ven cómo se pisotean sus derechos. La pobreza y las emergencias les impiden recibir una educación, el caos climático está poniendo en peligro su futuro y nuevos peligros los acechan en los entornos en línea.
Ya hay demasiados niños y niñas que asumen responsabilidades mucho mayores que las que corresponden a su edad, como generar ingresos o cuidar de sus hermanos, y la hambruna y la guerra han privado a miles de niños y niñas del derecho más básico de todos: el derecho a la vida.
Cada niño, cada niña, tiene sus propias circunstancias, pero todos tienen los mismos derechos, sean quienes sean y vivan donde vivan.
En este Día Internacional, escuchemos a la infancia y demos visibilidad a sus derechos. El futuro depende de cómo cuidemos de la próxima generación.
Construyamos todos juntos un mundo seguro e igualitario para todos los niños y todas las niñas.