Hoy se estrena, en Star+, “El galán”, una de las propuestas más ingeniosas, chistosas, sabias y entrañables que se hayan hecho en toda la historia del entretenimiento latinoamericano.
Prohibido perdérsela. Punto. Así de importante. Así de buena.
“El galán” es una serie que narra las aventuras, en este 2022, de un actor maduro que se quedó atrapado en los 80, en los 90, cuando hacía aquellas legendarias telenovelas mexicanas que le daban la vuelta al mundo.
Es ingeniosa porque, por increíble que parezca, nadie se había atrevido a meterse así con los melodramas nacionales.
Es chistosa porque pocas cosas pueden ser más hilarantes que ver a este señor tratando de encajar en los medios de hoy.
Es sabia porque, aunque el contexto es masculino y telenovelero, aplica para muchas personas en muchos contextos. ¡Ni se imagina!
Es entrañable porque, entre chiste y chiste, nos conmueve, nos enternece, nos toca el alma.
“El galán” es, para acabar pronto, una mezcla de “Sunset Boulevard” con el cine de Chaplin, de “Merlí” con Chespirito. ¡Un acontecimiento!
Y como el punto de partida es la televisión abierta, las verdaderas multitudes van a gozar esto de principio a fin. Se lo juro.
Por si todo lo que le acabo de decir no fuera suficiente, el reparto es fabuloso y todos están estupendos: Humberto Zurita, Ana Claudia Talancón, Patricia Reyes Spíndola, Sara Maldonado, Darío Ripoll, Dolores Heredia, Sebastián Zurita, Ernesto Laguardia.
¿Sabe usted el privilegio que es ver a Humberto Zurita haciendo comedia?
Quiero ver la cara de las nuevas generaciones, que sólo lo han visto dándole vida a personajes intensos, cuando lo tengan enfrente manejando ese tono mientras actúa, canta, baila y se encuera.
No, pero espérese, esto se pone mejor porque Sebastián, su hijo, lo interpreta, pero no a él, a lo que él interpretaba en aquellas inolvidables telenovelas.
“El galán” es la parodia de la parodia con cualquier cantidad de chistes privados y una combinación suculenta de lo que es y debe ser una serie actual con lo que fueron los melodramas de antes con todo y sus créditos de entrada y las canciones de Mijares.
El resultado es tan divertido que más allá de los personajes fijos hay un montón de celebridades haciendo apariciones especiales en cada uno de los episodios.
Amo profundamente esta serie por tres razones. La primera, porque está en perfecta concordancia con varias de las más importantes tendencias del espectáculo internacional.
¿Qué es lo que están haciendo los monstruos sagrados de Hollywood hoy, los que pasaron a la inmortalidad por hacer las películas más importantes, los Roberto De Niro, los Dustin Hoffman, las Jane Fonda y las Diane Keaton? ¿Qué?
Comedia, comedia disparatada. Se están divirtiendo como niños exactamente como Humberto Zurita, Patricia Reyes Spíndola y muchos de nuestros monstruos más sagrados lo están haciendo aquí. ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravísimo!
La segunda, porque “El galán” es el más hermoso homenaje que jamás se la haya hecho a las telenovelas de México, de Argentina, de Colombia y de toda nuestra región. Es recordar lo importantes que fueron, que son y que serán como parte de nuestro imaginario colectivo.
Es devolverles una posición de oro, pero desde una perspectiva chistosa, fresca, joven. “El galán” es un acto de amor.
Y la tercera, por la admirable congruencia corporativa que hay detrás de este título.
Esto es The Walt Disney Company. ¿Qué hace The Walt Disney Company? Rescatar los referentes, los símbolos de las colectividades y catapultarlos exactamente como lo ha hecho con sus clásicos o con los de otros universos como MARVEL y Star Wars.
Ahora lo está haciendo con nuestras telenovelas. ¿Y dónde lo está haciendo? En Star+, la plataforma de “Los Simpson”, la plataforma de esta clase de contenidos. ¿Así o más perfecto?
Luche con todas sus fuerzas por ver desde hoy “El galán”. Le va a encantar. De veras que sí.
alvaro.cueva@milenio.com
