Hace algunos meses tuve el privilegio de que Netflix me invitara a Hollywood. Fui el único periodista de todo el mundo que pudo ver los entretelones de su nueva serie original El cristal encantado: la era de la resistencia (Dark Crystal: Age of Resistence). Tuve el honor de conocer a varios de sus creadores y de entrevistarlos. El resultado usted lo puede ver en MILENIO Televisión y en milenio.com.
Fue una de las experiencias más hermosas de mi vida. Desde una perspectiva personal, porque yo fui un niño que creció con las obras de Jim Henson, el autor original de la película El cristal encantado (1982) y de muchos de los personajes de los programas que más adoro como Plaza Sésamo y El show de los muppets.
Desde una perspectiva profesional, porque fue muy inspirador comprobar, en estos tiempos donde ya casi nadie quiere invertir en nada, donde el odio parece ser el motor del universo, que todavía hay gente que invierte en contenidos de calidad, que todavía hay gente que se mueve por amor.
Le voy a contar una intimidad: cuando estuve frente a Lisa Henson, la hija de Jim Henson, en la oficina que fue de su padre, en ese espacio que también fue la oficina de Charlie Chaplin, me puse muy mal.
Una parte de mí quería correr a abrazarla y decirle: yo amo a tu padre. Sus personajes me hicieron lo que soy. Siento una conexión muy fuerte con El cristal encantado. Pero otra me decía: cálmate. Tienes que ser el reportero más profesional. Tienes que obtener la nota. Y sí, obtuve muchas notas. A mí me dijo, por ejemplo, primero que a nadie, que está trabajando con Guillermo del Toro en la producción de Pinocho, que también será para Netflix.
Pero lo que quiero es que entienda que aquí hay algo grande. El cristal encantado: la era de la resistencia va a unir a padres e hijos, una vez más, frente a la genialidad de Jim Henson.
Le va a permitir a las nuevas generaciones conocer un mundo de fantasía como no ha habido otro en los últimos 30 años, un mundo que combina lo mejor del arte con lo mejor de la ciencia.
Estamos hablando de marionetas elaboradas por grandes artistas rasgo por rasgo, pero, al mismo tiempo, de marionetas potencializadas con la tecnología de hoy, llenas de mecanismos que les permiten hacer lo que nunca habían hecho. El resultado no es solo es bellísimo, es la creación de un universo tangible, creíble, real.
¿Sabe usted el bien que le puede llegar a hacer esto a la imaginación de nuestros hijos? ¿Sabe usted lo que esto representa para la industria del espectáculo, para los amantes de la fantasía?
El cristal encantado: la era de la resistencia es una serie donde las familias le hablan a las familias porque muchas de las personas que la hicieron son los mismos hombres y mujeres que filmaron la película de 1982 solo que ahora acompañados por sus hijos y sus hijas. Esto no se había visto nunca. ¿Pero quiere que le diga lo mejor? Esta serie, que es una precuela de la historia original, es buenísima, divertidísima, emocionantísima. Por lo que más quiera en la vida, luche por ver, a partir de mañana, la temporada uno de la serie El cristal encantado: la era de la resistencia en Netflix. Yo sé que le va a encantar y a sus hijos, más. Se lo juro.
alvaro.cueva@milenio.com
