El futbolista Gerard Piqué es uno de los personajes más odiados en el mundo del tenis, y no tanto por sus infidelidades.
Y es que desde que el jugador español y su empresa Kosmos tomó las riendas de la Copa Davis han surgido muchas dudas sobre el futuro de esta competencia, considerada como una de las más importantes entre los países y que con los cambios que se le han realizado cada vez pierde más brillo.
Durante la semana pasada el comentarista de ESPN, el argentino José Luis Clerc, externó el deseo que muchos amantes del tenis tienen, pero no cuentan con la exposición de él, y es que la Copa Davis regrese a su formato original que durante casi 100 años había levantado pasiones.
“Piqué, le quiero hablar a usted. Esto no es Copa Davis. Esto no es lo que nosotros jugábamos. Lo dijo muchísima gente, esto no es Copa Davis. Que vuelva el formato de la Copa Davis. Esto es un negocio hecho para vos y tu gente. Se juega a cinco sets y en los países que corresponden”, fue el comentario de “Batata” Clerc.
Y si esto lo trasladamos a números, lo cierto es que la Copa Davis está pegando fuerte en las finanzas de la Federación Internacional de Tenis, pues después de la pandemia ha registrado pérdidas ante el acuerdo multimillonario con Kosmos y Piqué.
La ITF cerró el 2021 con unas pérdidas de más de nueve millones de dólares, casi un millón menos que en 2020 y lejos de las ganancias que firmó en el 2019, el primer año en el que la Copa Davis revolucionó su formato de competencia y eligió Madrid como sede de sus Finales, cuando facturó 40.3 millones de dólares.
Al año siguiente, en el 2021, año en que el torneo se jugó con relativa normalidad, pero en tres sedes diferentes para aumentar los ingresos, estas ganancias se redujeron a la mitad, 19.6 millones de dólares, de acuerdo a las cuentas anuales de la ITF.
El proyecto original del 2018 era ambicioso: revitalizar un torneo de más de 100 años de historia para llegar al público joven y aumentar el tiempo de visualización en las pantallas de televisión, celulares y computadoras con un contrato por 3 mil millones de dólares a 25 años.
Desde entonces, la Copa Davis mutó de su histórico formato de cuatro series, con localías alternas y elección de superficie, a una ronda de clasificación y las Finales de fin de año, un concepto más bien parecido a una Copa del Mundo de futbol con una semana de duración y partidos más cortos.
Pero el dinero no siempre manda y la Copa Davis ha sufrido cambios desde hace cinco años buscando llegar a un objetivo que no sólo no se ha cumplido, sino que ha sufrido golpes y nada de lo propuesto por Kosmos ha surtido efecto.
La ambición conjunta de Kosmos e ITF era rivalizar con la Laver Cup, el torneo creado por Roger Federer que enfrenta a las principales figuras de Europa contra las del Resto del Mundo, en sedes rotativas cada año.
Este certamen se jugó este fin de semana ahora con el ingrediente del retiro de su fundador y robó toda la atención de la Davis que se jugó sin pena ni gloria una semana antes.