Siempre fue posible que el mentado “veto” morenista a algunos panistas para presidir la Cámara de Diputados fuera real, por las cuentas pendientes con personajes como Germán Martínez, calderonista convertido al lopezobradorismo que dejó tirada la chamba para dedicarse a combatir a la 4T desde el Senado, al que llegó gracias a AMLO; o Federico Döring, eterno opositor a Andrés Manuel desde las épocas del PRD en Ciudad de México. No se diga Margarita Zavala.
El mentado veto, les decía, no sonaba descabellado, además, por las dos maniobras que los morenistas comenzaron a urdir para ceder diputados a sus aliados de la 4T con el objetivo de reacomodar mayorías en San Lázaro, así fueran ficticias, para cerrar el paso a la oposición a la presidencia cameral. Un mensaje desde Palacio Nacional frenó la maquinación y se pasó al plan B.
El tema lo traían algunos duros de Morena desde hace tiempo, entre ellos Dolores Padierna, Leonel Godoy y Julio César Moreno, como reportó en estas páginas el gran reportero Fernando Damián, pero en la reunión plenaria del sábado pasado la diputada propuso evitar la elección de un representante del PAN para que no le hiciera una “grosería” a Claudia Sheinbaum en los actos oficiales, como, según ella, hizo Norma Piña a López Obrador, cuando no se paró a aplaudirle en un acto público y ya ven cómo le fue.
Después Ricardo Monreal, coordinador de la bancada de Morena, comenzó a operar con el pretexto del veto de los duros y pactó con el PAN la prórroga de Sergio Gutiérrez Luna al frente hasta el día 5, con el compromiso de respetar su turno en la Mesa Directiva para el segundo año, como ya había instruido Sheinbaum. ¿Por qué hasta el 5? ¿Qué tanto podían deliberar los morenistas acerca de los cuatro perfiles blanquiazules, de los que era evidente como única posibilidad Kenia López Rabadán?
Pasada la entrega del Informe e instalación de la Corte, donde estuvo como cabeza cameral Gutiérrez Luna, ya no tenía sentido aplazar la renovación y abrieron paso a la panista. Un ardid barato como los que aplicaban PRI y PAN al PRD hace una década. No les fueran a arruinar sus fotos. Sinsentido, porque hasta los hubiera vestido de pluralidad una figura opositora en sus ceremonias.
