1.- Insisten en que Santiago debe salir
El profesor leonés, Alejandro Arias, ha logrado reunir a varios líderes priistas de diferentes municipios, a fin de conformar u oficializar, la disidencia priista de la dirigencia estatal que encabeza el diputado, Santiago García.
El próximo 26 de agosto tendrá su reunión en Silao y hay bastantes avances en otros municipios, como León, donde sus detractores empezarán con la confrontación directa, tras conquistar espacios que habían perdido ante las imposiciones nacionales.
Al interior del PRI, Arias se ha convertido en el contendiente político de Santiago García.
Bueno, en realidad ya son muchos los que se han sumado contra el diputado.
Este fin de semana, los tricolores VIP, léase los diputados federales, estarán en Celaya en una mesa de trabajo que convoca la Red de Jóvenes por México, a fin de aterrizar las nuevas estrategias con rumbo al 2018.
Asistirá la crema y nata de los legisladores federales, quizás algunos o algunas locales, además de líderes de agrupaciones afines al movimiento, como la CNOP que encabeza el ex diputado Roberto Vallejo y de quien se quejarán amargamente por entrometerse en la elección interna de la Red de Jóvenes, caso León.
2.- Los sectores populares se reacomodan en contra de su dirigente
Los priistas seguramente ya están muy conscientes que será en este sector donde el partidazo protagonizará el quebrantamiento principal, es decir, donde se marcará la principal división y el modelo que buscan los priistas de Guanajuato con rumbo a la próxima elección.
Ciertamente hay otros sectores como la CNOP que no está muy contentos con la dirigencia de Santiago García, ni la CTM que, por más institucional que parezca, hay serias evidencias de que de ninguna manera trabajará a favor del diputado local. Caso aparte del Movimiento Territorial, cuyo dirigente es una especie de comodín.
Lo cierto de todo es que varios priistas de Guanajuato, han denunciado la imposición local y nacional de sus dirigentes, el "agandalle" de las posiciones y la venta de plazas, espacios o vacantes en nóminas municipales o estatales.
Ha demandado la renuncia impostergable del dirigente estatal, Santiago García y, como no hay cabeza ni liderazgo ni cosa semejante que los gobierne, han empezado una disidencia que, ciertamente, pretende rescatar al PRI, pero no sólo de la incredulidad en que la está sumergido, sino de la amenaza de quedarse en la tercera posición política en el 2018.
De ese tamaño es su preocupación.
