1. Una restaurantera muy influyente
La panista y restaurantera, Karen Burstein, salió rebelde al dictamen de su autoridad municipal y antes de que llegaran los abogados a desalojar sus sillas y mesas que mantiene en el Jardín Unión, presentó un amparo que le otorgó el gobierno federal.
A decir de los enterados, la empresaria, dueña de Casa Valadez, contrató al mejor abogado del ramo, pero además, solicitó la intervención del ex asesor de la fracción del PRI en el Congreso del Estado, Genaro Jaime.
Por lo visto, éste no pudo aconsejar en sus diputados, pero sí a la panista.
De acuerdo a los testigos, el priista se habría dejado ver por los inspectores de fiscalización a eso de la media noche, con el objetivo de enviar un mensaje al alcalde, Edgar Castro Cerrillo, pues dejó muy en claro que quien está detrás de esta acción, es nada más y nada menos que un senador tricolor. ¿Será Gerardo Sánchez?
Acción que por supuesto, levantó sospechas al Presidente, pues el actuario de la juez de distrito, Olga Lidia Treviño, sí pudo notificar del amparo a la panícola, pero no lo hizo con la autoridad municipal, a pesar de estar a 50 metros de distancia.
Ante el escenario, Castro Cerrillo salió muy molesto de su oficina para denunciar a la restaurantera, quien según señaló, antepone sus intereses mercantilistas a las del patrimonio cultural de la humanidad, como lo es Guanajuato capital.
2.- Bety no representa a quienes defienden la familia
Pues con la novedad de que la diputada ecologista, Beatriz Manrique, posteó en su Facebook que no está muy de acuerdo en las marchas que hacen algunos guanajuatenses a favor del modelo natural de la familia.
Sin el mínimo estudio de los motivos de la marcha, la legisladora verde hizo una reflexión para acusar a los manifestantes de "empeñarse en negar los derechos a otros", tan sólo por expresarse a favor de los matrimonios heterosexuales.
Bety criticó el hecho de que los periodistas publiquen la "descuartización" de un cuerpo, pero oculten los genitales de éste, como si fuera más importante censurar el pene que la escena de la muerte; luego criticó a la gente por su tibieza, al no organizar marchas para reclamar la seguridad, pero sí la defensa de la familia.
Así lo resumió: "Agosto, el mes más violento en la historia de nuestro Estado y los reclamos sociales son tibios...pero veo a tantas personas proponiéndo (sic) marchar el 10 de septiembre en defensa de su idea de familia, empeñados en negar los derechos a otros".
A la diputada se le olvidó que, los que participaron en la marcha de ayer en la ciudad de México, también son guanajuatenses. Se le olvidó que los que han programado sus marchas para el 10 de septiembre en diferentes ciudades del estado, también son guanajuatenses.
Pero lo más grave, se le olvidó que, como diputada, ella tiene la gran responsabilidad de representar a todos los guanajuatenses, marchen o no a favor de la familia, además de respetar sus creencias, sus expresiones y sus decisiones.
3.- Pepe Patlán, el gran cuestionado
La regidora perredista ha decidido declarar la guerra al alcalde panista, Juan Antonio Morales Maciel, con la acusación de que uno de sus empleados, Jaime Cordero, Jefe de Giras y Eventos, favoreció a su esposa con la renta de unas carpas por la cantidad de 236 mil pesos.
A decir de los gobernícolas, el funcionario no es quien decide a qué empresa contratar, pues para eso existe un Comité de Feria, quien finalmente favoreció a la familiar del empleado municipal.
Pepe Patlán, regidor del PAN en el Ayuntamiento y Presidente del Comité de Feria, trató de aclarar el tema en una conferencia de prensa, pero no fue ni enfático ni claro con este asunto, por el contrario, expuso todavía más el tráfico de influencias que existe en el municipio, según denunció la regidora de oposición.
