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Daños colaterales de la guerra en Ucrania y los problemas de China

  • Columna de Alejandro Gómez Tamez
  • Daños colaterales de la guerra en Ucrania y los problemas de China
  • Alejandro Gómez Tamez

Hace unas semanas la perspectiva de crecimiento global para el 2022 era de una tasa de 4.5% de acuerdo con la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE); sin embargo, después de la invasión de Rusia a Ucrania, los riesgos inherentes al conflicto y las nuevas disrupciones en la economía global, las perspectivas económicas mundiales se deterioran con cada día que pasa y ahora se estima que el costo de esta guerra será del 1% del Producto Interno Bruto (PIB) del planeta.

En el caso de México el banco de inversión Goldman Sachs recién ajustó su pronóstico de crecimiento económico del PIB de México para este año a solamente 1.4%, desde un 1.7% estimado previamente. La justificación del ajuste es por la debilidad económica mostrada en la región, sumada a mayores precios en combustibles, la persistente interrupción de las cadenas de suministro y un debilitamiento de la confianza empresarial y del consumidor. De igual manera, en la más reciente encuesta Citibanamex de expectativas, se ajustó a la baja la expectativa de crecimiento del PIB a 2.0% Las expectativas de crecimiento del PIB para 2022 disminuyeron a 2.0% desde el 2.1% reportado en la encuesta anterior; mientras que para el 2023 se espera una tasa de crecimiento de 2.1%.

Desde luego que la situación en México podría ser más llevadera en materia económica si el gobierno federal hiciera algo para atender tres grandes problemas: 1. Crear clima propicio para la inversión / incentivos fiscales /certidumbre legal; 2. Se fomentará más la integración económica en el T-MEC desplazando a China en el mercado mexicano y de Estados Unidos; y 3. Se redirigiera el gasto público a gasto de inversión y no tirarlo a la basura con dádivas. Pero difícilmente un gobierno que no ha hecho mucho por apoyar la economía los últimos 40 meses, comenzará a hacer algo ahora.

En cuanto a Estados Unidos, también hay ajustes a la baja, ya que la elevada inflación y las perturbaciones económicas causadas por la guerra en Ucrania están oscureciendo las perspectivas de recuperación. Es importante mencionar que el 16 de marzo, el Banco de la Reserva Federal (FED), elevó las tasas de interés en un cuarto de punto porcentual y recortó su estimación del PIB para 2022. Ahora prevé que la economía se expanda un 2.8 % este año, por debajo del 4 % que había pronosticado en diciembre 2021, cuando los salarios aún eran bajos y la variante omicron del covid-19 aún no había alcanzado su pico de contagios.

EE.UU. enfrenta toda clase de complicaciones en el ámbito nacional e internacional, con su tasa de inflación de 7.9% anual en febrero, pues no resulta sorpresa que la semana que recién concluye se haya informado que Arabia Saudita está en conversaciones activas con Beijing para fijar el precio de algunas de sus ventas de petróleo a China en yuanes. Esta medida afectará el dominio del dólar estadounidense en el mercado mundial del petróleo y marcaría otro cambio en el crudo más importante del mundo exportado hacia Asia.

Ahora bien, lo anteriormente comentado es por demás relevante, pero en esta entrega quiero céntrame en explicar lo que está sucediendo con la economía china, en donde las cosas no están saliendo nadie bien para su presidente Xi Jinping.

Pero antes, quiero hacer mención de la llamada del viernes 18 de marzo, que sostuvieron el presidente estadounidense, Joe Biden, y el presidente chino, Xi Jinping, respecto de la invasión rusa a Ucrania. De acuerdo con el comunicado de prensa emitido por la Casa Blanca, el presidente Biden detalló sus esfuerzos para prevenir y luego responder a la invasión, imponiendo elevados costos a Rusia. Describió las implicaciones y consecuencias si China brinda apoyo material a Rusia mientras realiza ataques brutales contra ciudades y civiles ucranianos. El Presidente subrayó su apoyo a una solución diplomática a la crisis.

Los dos mandatarios también coincidieron en la importancia de mantener abiertas las líneas de comunicación, para gestionar la competencia entre los dos países. El presidente reiteró que la política de Estados Unidos sobre Taiwán no ha cambiado y enfatizó que Estados Unidos continúa oponiéndose a cualquier cambio unilateral en el statu quo. Los dos líderes encargaron a sus equipos que hicieran un seguimiento de la conversación de hoy en el período crítico que se avecina.

A la fecha, Beijing no ha condenado la guerra de Rusia en Ucrania y se ha abstenido de usar el término “invasión”. 

Alejandro Gómez Tamez *

alejandro@gaeap.com

@alejandrogomezt

* Director general GAEAP

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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