Por Jorge Andrés Castañeda y Sebastián Garrido
Ilustración: Víctor Solís
Hacia finales de diciembre, Pemex enfrentaba un complicado escenario para satisfacer el mercado nacional de gasolina. Mientras que era predecible que la demanda de ese mes rondara los 850,000 barriles diarios, los datos oficiales indican que la producción nacional y las importaciones de ese mes rondaron los 744,000 barriles diarios. En consecuencia, es muy factible que para la tercera semana de diciembre el nuevo gobierno y el equipo de Pemex supieran que la producción nacional y las importaciones de gasolina no eran suficientes para satisfacer la demanda esperada de fin de año. Frente a este escenario es inevitable preguntarse: ¿Por qué el gobierno cerró los ductos enfrentando un escenario tan adverso?