Por: José Andrés Sumano Rodríguez
Ilustración: Víctor Solís, cortesía de Nexos
Para el presidente López Obrador, tanto el petróleo como la gasolina son símbolos de la soberanía nacional. Pocas cosas le importan mas al presidente que el petróleo, y el aumento exponencial del robo de combustible en el último sexenio le presentó al titular del Ejecutivo Federal una oportunidad única para lanzar una cruzada contra este delito especialmente preocupante por la base social que le genera al crimen organizado. Sin embargo, uno debe ser más cauteloso antes de comprar la idea de que el haberse formado por dos horas en la fila de una gasolinera durante la crisis de desabasto, consistió en un acto comparable a los esfuerzos ciudadanos durante la expropiación petrolera del entonces presidente Cárdenas. El problema es más complejo.