Ciudad de México /
Por: Víctor Manuel Sánchez Valdés y Sara López Cerón
Ilustración: Estelí Meza, cortesía de Nexos
El gran peligro es que es muy probable que las familias que recibieron la ayuda no tengan un apoyo similar de cualquiera de los tres órdenes de gobierno, de tal forma que, en momentos de alta necesidad, el crimen organizado se hace presente en zonas donde los gobiernos están ausentes. Por tal motivo, urge revertir esta peligrosa tendencia que debilita el tejido social, normaliza la actuación del crimen organizado y que, en el peor de los casos, propicia entre la sociedad una “buena imagen”, de quienes, en realidad, son los principales generadores de violencia en el país y responsables de la muerte de miles de mexicanos.
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