Por: Juan Zavala
Ilustración: Patricio Betteo, cortesía de Nexos
Las imágenes de hoy son la consecuencia más clara de la polarización que vive el país desde hace unos años; el resultado de la pugna entre quienes creen en la posibilidad de una nación multiracial frente a quienes defienden una época gloriosa del pasado, donde la diversidad no los amenazaba. Muestran la ira de quienes sienten que su país les está siendo arrebatado. Y muestran, también, que las palabras —aun arrojadas con ligereza y sin fundamento— tienen consecuencias: en las instituciones, en las emociones colectivas y en las vidas individuales. Una persona murió después de haber recibido un impacto de bala a las afueras del Capitolio. Pero los acontecimientos de ayer no deben quedarse en la figura de Trump y su familia. Su interpretación debe ir más allá y comprender lo que representan. Quienes quieran sanar y reconciliar al país tendrán que entender la ira y la furia, el enojo y el reclamo.