Ciudad de México /
Por: Carla Márquez Muñoz
Ilustración: Kathia Recio, cortesía de Nexos
Pareciera que tenemos una especie de impedimento para entender lo diverso, una condición que en última instancia afecta nuestra forma de interactuar y de participar plenamente en la sociedad. Además, no siempre se queda en lo verbal, sino que se lleva a acciones de discriminación concretas que limitan nuestros derechos y socialización —por ejemplo, condicionar el acceso al empleo a una prueba de VIH o al embarazo, o no permitir la entrada de un indígena o una mujer transexual a un restaurante o lugar de consumo similar—.