Por: Fernando Gómez Zaldívar
Ilustración: Raquel Moren, cortesía de Nexos
Los estados que conforman la región Norte del país —Chihuahua, Nuevo León y Tamaulipas— no sólo comparten frontera y una posición estratégica con Estados Unidos, sino que buena parte de su historia de desarrollo económico reciente está vinculada al intercambio comercial con el país vecino. Con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) el 1 de enero de 1994, estos estados resultaron beneficiados en términos de la atracción de inversión extranjera directa (IED) y el aprovechamiento de programas gubernamentales de apoyo a las exportaciones, lo que impulsó de forma importante la productividad y el intercambio comercial de la región, y consecuentemente, su crecimiento económico. Tal como lo reporta la Comisión Nacional de Inversiones Extranjeras, de 1999 a 2022, las tres entidades de la región acumularon cerca del 19 % de la IED en México. Por otro lado, tan sólo en 2022, estos estados concentraron alrededor del 31 % de las ventas internacionales de México al mundo. Estados Unidos es el principal destino comercial al recibir en promedio el 92 % de las ventas al extranjero de estos estados. Este dinamismo económico ha influido de manera directa e indirecta en el progreso social de su población, la cual goza de un bienestar relativamente alto en el contexto nacional.