Por: Marco Antonio Fernández y Noemí Herrera
Ilustración: Estelí Meza, cortesía de Nexos
Había expectativas de que los recursos del Proyecto de Presupuesto de Egresos 2021 serían limitados por el deterioro económico. Sin embargo, ante los graves desafíos en materia de salud y educación impuestos por el covid-19, también había la expectativa de una reestructuración sustantiva, que dejara parcialmente de lado la lógica inercial, y reflejara una asignación acorde al esfuerzo gubernamental para afrontar los problemas sustantivos que el país enfrenta en ambos rubros. No obstante, la propuesta de presupuesto del gobierno federal retrata su desdén ante el tsunami educativo derivado de la pandemia —en términos de aprendizajes, abandono escolar, desigualdad de oportunidades educativas—; desprecia la evidencia que permite afrontarlo con mayor eficacia y, a su vez, desnuda intenciones políticas en el contexto electoral del próximo año.
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