Por: Fernando Valdés Benavides
Ilustración: Víctor Solís, cortesía de Nexos
Taiwán, a diferencia de Japón y Corea del Sur, no tiene grandes conglomerados empresariales con amplias ofertas de productos y marcas reconocidas, sino que se conforma por algunas empresas líderes en equipo tecnológico y electrónico que son acompañadas de un diverso ecosistema de pequeñas y medianas empresas (Pymes) familiares. Taiwán no tiene marcas como Toyota, Sony, Hyundai o Samsung, en parte porque el principal enfoque de su política industrial se concentró en crear condiciones para que sus empresas se convirtieran en líderes globales en proveeduría, no necesariamente en marcas de productos terminados. Las exportaciones fueron y son el principal mecanismo de retroalimentación a través del cual los taiwaneses evalúan si un sector cumple con los objetivos de la política industrial al alcanzar estándares globales. En México, al igual que en Taiwán, nuestro principal motor económico se concentra en las manufacturas intermedias en maquinaria, equipos electrónicos y automotrices. Tenemos grandes empresas exportadoras como Condumex, Nemak, Mexichem, Alpek, Grupo Kuo y Grupo Industrial Saltillo, sin embargo, la mayor parte de las manufacturas en el país son producidas por empresas extranjeras vinculadas a cadenas de proveeduría para la región de Norteamérica. Es ahí donde existe un área de oportunidad para el desarrollo de una política industrial enfocada en diversificar exportaciones y aumentar la competitividad global de las empresas de proveeduría mediante la mejora del acceso y la calidad de información de oportunidades comerciales, infraestructura de exportación y talento local.