En México, las tintorerías y lavanderías se han convertido en verdaderos cementerios, toda vez que cada año quedan en el olvido casi 90 mil prendas de todo tipo; es decir, ropa que alguna vez llevó un cliente, pero jamás regresó a reclamarla.
En entrevista con MILENIO, Raúl Figueroa, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Lavanderías (Canalava), destacó que en cada una de sus más de 900 asociadas se olvidan anualmente 100 prendas, que van desde las más costosas hasta las más comunes.
El representante del organismo destacó que como norma general, los clientes tienen hasta 90 días para reclamar su ropa; sin embargo, no lo hacen, por lo cual, el sector pide que se reduzca este periodo de gracia, toda vez que el almacenaje tiene un costo extra.
Señaló que durante este año la Canalava impulsará una campaña para que las tintorerías y lavanderías puedan deshacerse de las prendas olvidadas de una manera más rápida y efectiva, ya sea mediante donación o venta.
Las prácticas comerciales y elementos de información para la prestación de servicios de tintorería y lavandería se rigen bajo una norma oficial, la cual establece que estos proveedores tienen la obligación de entregar un contrato a los consumidores al momento de la solicitud del servicio.
“Existe un contrato de adhesión firmado ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) por parte de los establecimientos que ofrecen este servicio al público y se debe contar con él, de lo contrario se es acreedor a una multa”, apuntó el directivo.
Explicó que dicho contrato establece un periodo de 90 días para que el usuario pueda recoger su prenda, y en adelante tendrá derecho a pagar almacenaje por el tiempo excedido, pero cumplidos los tres meses se podría o se debería hacer una adjudicación por parte del establecimiento de dichas prendas.
Sin embargo, señaló que este proceso legal resulta engorroso para los dueños de los negocios por los costos de servicios que les genera tanto de abogados como de notarios para hacer la adjudicación o posesión legal de la prenda, que además, resulta en pérdidas económicas para los grandes y pequeños empresarios.
La cámara, con 75 años de historia, trabaja desde el año pasado en en este proceso para ayudar, principalmente, a los pequeños negocios del sector, y realizar dicha adjudicación de las prendas para concretar la donación a través de convenios con diversas instituciones.
Con la finalidad de no perder al cliente y ofrecer el mejor servicio, los dueños de tintorerías y lavanderías incluso deciden otorgarle más de un año a quien olvida sus prendas pues sienten incluso que pierden más dinero con el proceso de adjudicación.
“Queremos ayudar a los pequeños empresarios que muchas veces no cumplen o no llevan a cabo todo el proceso legal”, dijo.
Aunado a esta acción, la Cámara impulsa la reducción de esos 90 a 45 días para el reclamo de las prendas, y así agilizar el proceso a través de una mayor presión al cliente.
Destacan vestidos de novia
El olvido de estas prendas se da más en tintorerías, al ser un servicio más caro que en lavanderías; ropa interior y calcetines, son algunas de ellas, pero las que más olvidan son incluso las más caras como vestidos de novia o piezas de marca como T-shirt de hasta dos mil pesos.
Normalmente el costo de almacenaje que paga el cliente por dejar más allá de los tres meses sus pertenencias es de 10 por ciento del valor del servicio, una cuota que se establece al libre albedrío por establecimiento.
De acuerdo con la Profeco, durante 2016 se presentaron 546 quejas relacionadas al servicio de tintorerías y lavanderías, en relación con las 562 de 2015, es decir, 16 menos.
Gracia
En total, son 90 días los que tienen los clientes de manera legal para recoger sus prendas en una tintorería o lavandería.
Plan
La Canalava diseña una propuesta para reducir el tiempo al que se tiene derecho, de modo que los clientes sientan presión.
Destino
Las tintorerías y lavanderías quieren deshacerse más rápido de las prendas, ya sea por medio de la donación o la venta.
