El próximo jueves se publicará el reporte de la inflación correspondiente a agosto, y el consenso de analistas anticipa una tasa mensual de 0.33 por ciento, por arriba del dato del mes anterior de 0.26 por ciento, derivada principalmente de mayores precios de combustibles y colegiaturas.
Además esta semana se dará a conocer la confianza del consumidor de agosto y la producción industrial de julio, indicadores para los que se anticipan cifras desfavorables, debido al contexto económico, el frágil desempeño de la producción petrolera y el impacto de la demanda externa en las manufacturas.
En la primera quincena de agosto, la inflación presentó la tasa anual más alta desde febrero pasado, debido a precios más altos de la gasolina, electricidad, gas doméstico natural y colegiaturas, al tiempo que el componente subyacente —que excluye el precio de bienes y servicios más volátiles, como agropecuarios y energéticos— continuó con una tendencia ascendente, que indica un mayor traspaso de la depreciación del peso a los precios.
El Banco de México estima que en los siguientes meses la inflación general anual aumente de manera gradual, ubicándose muy cerca de 3 por ciento al cierre de 2016, pronóstico que contempla la fórmula empleada para la determinación de los precios máximos de las gasolinas por parte de Hacienda, así como la evolución de las referencias internacionales de estos energéticos, lo que será parcialmente contrarrestado por la reducción en los precios del gas LP.
MCM