A partir del próximo año se prevé que México experimente un boom de fideicomisos de inversión en bienes raíces de energía e infraestructura (Fibra E), como sucedió en Estados Unidos con los Master Limited Partnerships (MLP), que es un instrumento similar, afirmó la consultora EY.
Alfredo Álvarez, socio líder de energía en México y Centroamérica de EY, señaló que Fibra E, el cual se espera empiece a operar en el primer trimestre de 2016, va a ser el parteaguas para la creación de más fideicomisos, que se podrá ver en la segunda mitad del próximo año.
Las nuevas demandas de la reforma energética, aunada al rezago en infraestructura en el país, dan un amplio mercado para ese tipo de instrumentos, dijo Álvarez.
“México necesita gasoductos, poliductos, oleoductos, plantas de generación eléctrica, líneas de transmisión… antes descansaba el desarrollo de toda esta infraestructura en la planeación centralizada a través de las dos grandes compañías del Estado: Pemex y la Comisión Federal de Electricidad, y ahora la reforma energética busca abrir ese abanico de inversores”, añadió.
En días pasados, el titular de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, dijo que este tipo de instrumentos ayudarían a compensar la caída de ingresos de los precios del crudo.
Ante el cambio del paradigma energético, en México se percibe que va a suceder lo mismo que en Estados Unidos, que después de la revolución del shale se detonó el desarrollo de los MLP, los cuales ya representan un valor de 700 mil millones de dólares y que le han permitido tener la infraestructura en menos de dos años para mover la producción adicional.
El Fibra E le abre el mercado de capitales a todos los desarrolladores de infraestructura, pero además permite que cualquier ciudadano invierta en ese tipo de activos, la cual va a ofrecer condiciones más atractivas, pues no se tiene tanta variabilidad y los ingresos son más estables sin alto nivel de riesgo, a comparación de ser poseedor de una acción.
Los rendimientos que pueden llegar a obtener los inversionistas en México puede incluso superar el nivel que se da en Estados Unidos, que es de entre 6 y 8 por ciento.
También la carga fiscal es más ligera, pues en el caso de tener una acción se tiene que pagar dos impuestos, uno a nivel sociedad y otro de inversionistas, en cambio en el Fibra solo se pagaría un gravamen.
Asimismo, esa herramienta no solo es útil para monetizar activos que ya se construyeron, sino también para los nuevos, pues el desarrollador puede vender ese activo en el corto plazo sin tener que operar esa infraestructura 25 o 30 años.
Fibra E será mayor al esquema de las inmobiliarias
Abundó que el éxito de Fibra E será mayor al esquema de las inmobiliarias, que si bien ha tenido un auge importante, el mercado ahora está limitado a nueve fideicomisos colocados en la Bolsa Mexicana de Valores.
“Las firmas de energía e infraestructura son una gama más amplia y hace que podamos tener más opciones de inversiones”, las cuales la mayor parte provendrán del extranjero, indicó Álvarez.
Una ventaja, afirma el consultor de EY, es que el funcionamiento de esas herramientas está asegurado, pues ya hay una serie de proyectos similares en otros mercados que han detonado inversiones en activos, como hospitales, carreteras, cárceles y puertos.
En otro tema, EY pronosticó que para la segunda licitación de la Ronda Uno, que son nueve campos que se darán en cinco contratos para extracción en aguas someras, se pueden adjudicar hasta tres contratos, en el mejor de los escenarios, y en el peor solo sería uno.