El sector privado mexicano se dijo preocupado porque la información no cede y la economía del país se desacelera por lo que piden al gobierno federal realizar acciones al respecto, para que la inversión del país se reactive.
En su último reporte el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado destacó que si bien ya se anticipaba un repunte de la inflación en enero, los resultados superaron las estimaciones de la mayoría de los especialistas.
Ya que en el primer mes del año el aumento de los precios al consumidor fue 0.68 por ciento, el mayor desde agosto de 2022. Su origen principal fue el incremento de 0.71 por ciento en los precios del indicador subyacente, que generó el 78 por ciento del total de la inflación, y continúa resistiéndose a caer.
El alza de precios se concentró en el rubro de alimentos, bebidas y tabaco (productos procesados distintos a los agropecuarios), que fue de 1.25% y que por sí solo causó 41 por ciento del aumento general. “Esto sin duda continúa gravando sobre el bolsillo de consumidores, especialmente de menores recursos, y presiona al alza los niveles de pobreza”, se afirmó en el estudio.
Por su parte, los precios de servicios se elevaron 0.48 por ciento, impulsados por alzas de 0.47 por ciento en vivienda, de 0.51 por ciento en educación y de 0.48 por ciento en otros.
Los precios del segmento no subyacente crecieron 0.57 por ciento, principalmente debido al ajuste de 1.23 por ciento en el precio de las tarifas autorizadas por el gobierno. Los productos agropecuarios, que también tienen una incidencia importante en el consumo de los hogares, aumentaron sus precios en 0.51 por ciento. Dentro de ese grupo, los de frutas y verduras crecieron 0.45 por ciento y los pecuarios 0.56 por ciento.
Explicó que respecto a enero del año pasado, la inflación se ubicó en 7.91 por ciento, con lo que por lo pronto apunta a una tendencia ascendente. La inflación subyacente se resiste a ir a la baja. En enero se ubicó en 8.45 por ciento, la segunda más alta desde agosto del 2000 y la inflación anual no subyacente fue de 6.32 por ciento, y muestra nuevamente un comportamiento al alza por dos meses consecutivos, por lo que al menos en la primera parte del 2023, esperan que la actividad sea frágil.
En cuanto a la Inversión fija bruta, explicaron que de acuerdo con el Inegi, en noviembre el indicador se mantuvo sin cambio respecto al mes previo, después de un ligero aumento de 1.4 por ciento en octubre.
La adquisición de maquinaria y equipo tuvo una caída mensual de 1 por ciento, en especial en la de origen importado, que disminuyó 3.7 por ciento, mientras que la de origen nacional se mantuvo sin cambio.
La construcción aumentó 1.4 por ciento mensual, impulsada por el alza de 2.8 por ciento en la no residencial, en tanto la residencial se elevó 1.1 por ciento.
Respecto al mismo mes del año pasado, la inversión fija bruta aumentó 5.9 por ciento.
A pesar de que con este resultado ya superó en 3.9 por ciento su nivel prepandemia, aún se encuentra 9.9 por ciento por debajo de su nivel en el periodo electoral (julio 2018).
Y en el consumo privado también ya habían anticipado un debilitamiento del consumo hacia finales del año pasado, señalando su significancia, dada la estacionalidad normal de fin de año y el “buen fin” en noviembre.
No obstante, en noviembre el Indicador Mensual del Consumo Privado en el Mercado Interior disminuyó 0.6% respecto al mes anterior. De esta manera, su comparación anual muestra un aumento de 4.1%, el más bajo en los últimos 20 meses.
"La desaceleración del consumo podría relacionarse con el impacto de la inflación y de las mayores tasas de interés en el poder adquisitivo. Ambos factores continúan al alza y podrían presionar aún más el consumo de los hogares, inhibiendo el dinamismo de la demanda agregada y por lo tanto del crecimiento de la economía.
Es muy importante que la política económica responda adecuadamente ante la persistencia de la inflación y la desaceleración de la actividad. Hay que evitar controles administrativos de precios, que histórica y universalmente han resultado contraproducentes tarde o temprano", señalaron.
Por lo que explicaron que es imprescindible que el gobierno de mejores señales para que la inversión se reactive, mediante acciones y discursos más amigables y políticas que permitan bajar los costos de operación -transporte, logística, seguridad, etc.- en todo el país.
