El pasado 10 de noviembre, la mayoría de los integrantes de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) decidió incrementar en 75 puntos base la tasa de interés de referencia, de 9.25 a 10 por ciento. Pero el subgobernador,Gerardo Esquivel, votó por un aumento de sólo 50 puntos base al considerar que es importante mandar una señal de que el banco central se está acercando al final del ciclo de alzas.
“Considero necesario comenzar a reducir el ritmo de alzas. Esto señalaría que estamos acercándonos a la tasa terminal del ciclo, y sería congruente con el actual balance de riesgos”, expresó Gerardo Esquivel en la última reunión de política monetaria.
De acuerdo con la minuta de reunión de la Junta de Gobierno del Banxico, con motivo de la decisión de política monetaria anunciada el 10 de noviembre de 2022, Esquivel explicó que México enfrenta dos posibles riesgos: el de un apretamiento insuficiente (que podría traducirse en una inflación persistente y costosa de revertir), y el de un apretamiento excesivo, que afectaría la estabilidad macroeconómica y financiera.
Abundó que conforme se ha aumentado la tasa de interés el primer riesgo ha disminuido, mientras que el segundo ha incrementado. Con lo primero, se han comenzado a mitigar las presiones inflacionarias externas porque la tasa de interés real ex-ante ya supera considerablemente su nivel neutral.
“No parece ser necesario apretar mucho más. Lo que se requiere es permitir que continúe operando la postura monetaria restrictiva alcanzada, que opera con rezago. Es importante señalar que el aumento propuesto (de 50 puntos base en la tasa de interés), implicaría desligarse de la Reserva Federal y reducir el diferencial de tasas con Estados Unidos”, dijo el subgobernador.
Añadió que se argumenta que esto debe evitarse para prevenir inestabilidad cambiaria y financiera; sin embargo, recientemente el peso mexicano se ha apreciado en forma importante contra el dólar y otras monedas y ello brinda una oportunidad inmejorable para realizar el ajuste mencionado con un riesgo mínimo.
Otras opiniones
La minuta del Banxico reveló otras posturas de los integrantes de la Junta de Gobierno. Un miembro consideró que, desde la última reunión de política monetaria, la economía mexicana ha seguido enfrentando un entorno complejo e incierto, caracterizado por presiones inflacionarias profundas, generalizadas y persistentes, así como por condiciones monetarias y financieras apretadas a nivel global.
Destacó que ante los choques inflacionarios profundos y persistentes, se requiere de una postura de política monetaria restrictiva para contener la inflación y contribuir a que ésta comience a disminuir hacia la meta del banco central. Señaló que un ajuste al alza de 75 puntos base en la tasa de referencia permitiría que, en términos de la postura monetaria absoluta, la tasa real ex-ante se consolide inequívocamente en terreno restrictivo.
Otro miembro especificó que la tendencia al alza del índice subyacente y las presiones crecientes que enfrenta, complican el panorama para la política monetaria. Consideró que, a pesar de los ajustes significativos en la postura monetaria, todavía no se ha observado un punto de inflexión en la tendencia de la inflación.
Argumentó que se enfrentan, por un lado, niveles de inflación elevados y persistentes con un balance de riesgos sesgado al alza y, por otro, una actividad económica más dinámica de lo esperado con una brecha del producto que continúa reduciéndose. Agregó que también se observan presiones sobre la inflación provenientes del mercado laboral. Resaltó que todo lo anterior ocurre en un contexto externo que se ha vuelto significativamente más adverso.
Otro integrante consideró necesario continuar consolidando una postura monetaria restrictiva, manteniendo el ritmo de la decisión anterior ante la tendencia al alza de la inflación subyacente; el deterioro de las expectativas inflacionarias; un balance de riesgos para la inflación considerablemente sesgado al alza; y un pronóstico de inflación que anticipa una convergencia a la meta lejana.
Argumentó que disminuir el ritmo de incrementos sólo debería considerarse cuando mejore el panorama inflacionario, particularmente del componente subyacente.
Un miembro más consideró que es necesario continuar con el apretamiento monetario por las siguientes razones: la inflación general se mantiene en niveles elevados y su convergencia a la meta presenta desafíos importantes; la inflación subyacente mantiene una tendencia al alza que debe ser contenida para permitir la convergencia de la inflación a su meta; las expectativas de inflación han continuado deteriorándose, lo que ha dificultado que la tasa de interés real se incremente proporcionalmente con los ajustes de la tasa nominal implementados; y es necesario que se consolide un balance de riesgos para la inflación más equilibrado.
EVC