Siete de cada 10 mexicanos que nacen pobres, se quedan pobres toda su vida, revela la publicación del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), “El México del 2018: movilidad social para el bienestar”.
De acuerdo con este estudio sobre
movilidad socialintergeneracional, lo anterior obedece a que la
posición socialse transmite de padres a hijos con una frecuencia importante, entre quienes se encuentran tanto en la base como en la parte más alta de la
pirámide socioeconómica.
Ante tal panorama, el CEEY ha realizado una serie de propuestas que se están trabajando con los representantes de equipos de los candidatos a la Presidencia.
“Nuestra labor no parará el 1 de julio, sino que entraremos en una siguiente etapa en donde estaremos buscando colocar en el centro de la difusión toda esta temática”, dijo el director del organismo, Roberto Vélez.
Entre las principales propuestas del CEEY se encuentran: reducir los incentivos a la informalidad, como eliminar cuotas obligatorias de la seguridad social; establecer un paquete de seguridad social universal financiado con impuestos generales, asegurar el acceso a los servicios de salud para toda la población, desvincular el del estatus laboral e incentivar las aportaciones voluntarias, entre otras.
Al respecto, David Kaplan, economista del Banco Interamericano de Desarrollo, dijo que en cuanto a las pensiones se necesita una pensión universal para todos los mexicanos; ya que sería una manera de mejorar el panorama para las personas de bajos ingresos, sin pedir que coticen el doble o triple para la pensión.
“Esto permitiría que un trabajador formal de bajos ingresos, no tuviera que ahorrar todo para la pensión porque también recibiría una pensión contributiva, así, este tipo de pensión completaría en lugar de sustituir a la pensión no contributiva”, explicó.
William Wiseman, líder de práctica global de protección social para México del Banco Mundial, hizo especial hincapié en tratar el tema de educación y salud.
“Cuando se tiene una mejor nutrición a edad temprana se obtienen mejores resultados educativos, que resultan en mayor movilidad social”, dijo.
En este tenor, Wiseman informó que uno de los puntos más preocupantes del país es el referido a la movilidad relativa –la evolución de los ingresos de una persona, independientemente del patrimonio familiar-, en donde México ocupa el lugar 106 de 144 países en el mundo.
Por su parte, el CEEY expuso en su publicación que la movilidad social no se ha tomado en cuenta lo suficiente por nuestros gobernantes. “Incorporarla como eje rector de las políticas públicas generaría un país más justo, eficiente y armonioso”, enfatizó.
MCM