En México hay 12 grandes ensambladoras, entre ellas empresas extranjeras reconocidas como Kenworth, Isuzu o Mercedes- Benz. Pero también resaltan otras grandes: Navistar, cuya planta más grande en el mundo se ubica en Escobedo, Nuevo León, a la cual desde su instalación a la fecha se le han invertido más de 600 millones de dólares; Dina, la única mexicana entre los gigantes del sector y que ha hecho de la sustentabilidad una de sus grandes apuestas; y Volvo, que recientemente cambió de directivos en el país y busca ganar un mayor mercado.
México, la niña de los ojos de Navistar
En México se encuentra la planta más grande del mundo de Navistar: desde aquí, tan solo el año pasado, se produjeron 60 mil unidades de las cuales la mayoría se exportaron a 200 países.
Carlos Pardo, director de Navistar México, informó que de este volumen de producción, 12% se queda en México, convirtiéndolo en el segundo mercado más importante para la firma, 50% se va a Estados Unidos, entre 6 y 7% a Latinoamérica, y el resto se envía a otros lugares del mundo. “México es logísticamente estratégico, si a eso le sumamos la buena mano de obra, gran calidad y buenos proveedores, eso hace que el país sea muy interesante”, declaró.
Este año la empresa tiene grandes anuncios de lanzamientos: de su modelo Prostar, el más vendido por la empresa en los últimos seis años, se sacará un tractocamión Prostar ES, que es más ligero y busca ahorrar energía, además de otro modelo con motor Euro 5, que además de ahorro de combustible también emite menos gases de efecto invernadero.
Además, van en busca de un nuevo mercado, “vamos a lanzar un vehículo clase 6, es un cab over, para atacar de manera muy agresiva el mercado refresquero y de carga ligera en el país”, declaró Pardo.
En su lista de lanzamientos también se encuentra su gama de vehículos ligeros: sacarán un nuevo camión de carga clase 4 y un minibús con motor cummins.
Volvo, renovada
Recientemente, la empresa sueca dirigida en México por Marco Antonio Ortega desde julio de este año, ganó una licitación en la Ciudad de México para vender 191 autobuses que integrarán la Red de Transporte (RTP) de la ciudad.
En entrevistas otorgadas a distintos medios, Ortega afirmó que uno de los objetivos es incrementar la presencia de la red de distribución en el país y fortalecer su presencia a través de Volvo Financial Services, que actualmente representa 60% de las ventas totales del grupo. Además, recientemente ajustó su meta de crecimiento para finalizar el año a 15%.
Además del cambio de directivos en México, luego de la llegada de Ortega se anunció a Guillermo Esteban Carbajal como director comercial de la firma, Volvo ha anunciado cambios en algunos de sus camiones.
Por ejemplo, su modelo serie VN será más eficiente en combustible a comparación de las generaciones anteriores del mismo tipo de camión. La empresa afirma que habrá un aumento de hasta 3.5% de eficiencia lo que significa, además de ahorro de combustible, una menor emisión de gases de efecto invernadero.
La empresa informó además que actualmente 80% de sus ventas a nivel global actuales son del motor D13 y 50% de sus camiones vendidos tienen una transmisión I-Shift.
Dina, mexicanísima y verde
De los jugadores más grandes del sector, Dina es la única empresa mexicana. Actualmente se ha consolidado como uno de los mayores exportadores de vehículos pesados a Estados Unidos y América Latina, enviando camiones a Nicaragua, Guatemala, Honduras, Costa Rica, El Salvador, Colombia, Perú.
Una de las grandes apuestas de la empresa son las unidades amigables con el ambiente, convirtiéndose en una de las primeras empresas en México que comercializó unidades con motores compatibles con biodisel. Además, ofrece unidades para transporte de pasajeros que utilizan gas natural, entre las que destacan los modelos Linner G y Brighter, ambos reducen la emisión de gases de efecto invernadero y permiten importantes ahorros de combustible (el Linner G ahorra hasta 60% con estaciones de autoconsumo).
Su centro de investigación y desarrollo de tecnología está enfocado en la fabricación de unidades sustentables, por lo que la tecnología que utilizan en vehículos que utilizan gas natural, híbridos o sistemas BRT (autobuses de transporte masivo), es propia.