Telecom Italia celebró una reunión de emergencia del consejo de administración el domingo para evaluar una oferta de adquisición del grupo de capital riesgo estadunidense KKR, de más de 33 mil millones de euros para la privatización de Telecom Italia, una operación que sería una de las mayores compras de telecomunicaciones de todos los tiempos.
KKR ya tiene una participación de 37.5 por ciento en la red de “última milla” de la firma, pero decidió hacer una oferta por toda la compañía.
La oferta por el grupo italiano, que tiene una valoración de 7 mil 500 millones de euros y tiene una deuda neta de 22 mil 500 millones de euros, es la última señal del interés del capital privado en el sector europeo de las telecomunicaciones. Los fondos buscan fragmentar los negocios, separando las redes de los negocios de consumo, para obtener valor o mejorar el desempeño de ambas firmas.
La empresa, que fue objeto de un amargo tira y afloja por el control hace cuatro años entre el inversor francés Vivendi y el fondo activista estadunidense Elliott Management, tuvo problemas en los últimos trimestres y emitió dos advertencias de utilidades en el último año.
Las acciones descendieron un tercio desde marzo, y dos tercios desde 2018, lo que aumenta la presión sobre Luigi Gubitosi, la figura de la clase dirigente italiana que fue nombrado director ejecutivo en 2018, para darle un cambio de rumbo a la empresa.
El primero en informar la noticia de la oferta fue Corriere della Sera.
Vivendi negó estar en conversaciones con KKR o CVC —como se informó— o cualquier otra institución sobre el potencial de que Telecom Italia se convierta en capital privado.
“Vivendi es un accionista a largo plazo y queremos trabajar con el gobierno y otras instituciones para que Telecom Italia retome el rumbo”, dijo la empresa. “No estamos contentos con el desempeño...lo importante es evitar que este barco se hunda”.
Telecom Italia fue la compañía de telecomunicaciones más valiosa de Europa en la década de 1990, pero ha estado dando tumbos de crisis en crisis durante las dos últimas décadas. Es una compañía políticamente importante y el gobierno tiene un golden power (poder de oro) para bloquear adquisiciones o ventas de activos que no sean de interés nacional.
KKR es uno de los inversores más activos en las telecomunicaciones europeas. El año pasado compró una participación minoritaria en la red secundaria de Telecom Italia por mil 800 millones de euros, a través de su división de infraestructuras, y formó parte de un consorcio de grupos de capital privado que adquirió y volvió privado el operador de telecomunicaciones español MasMovil en una operación de 5 mil millones de euros el año pasado. En 2019 compró Hyperoptic, una empresa británica de fibra completa.
La firma estadunidense se acercó al proveedor de telecomunicaciones holandés KPN con una oferta de adquisición, que fue rechazada este año junto con otra propuesta de EQT y Stonepeak Infrastructure Partners. Cualquiera de los dos intentos fue de los más grandes para adquisición de capital privado en la historia europea.