Es necesario que cada empresa reflexione con quién y para qué se está trabajando. Indicó que la era de la industrialización y capitalismo ya pasaron, y hoy se fijan en el "talentismo", indicó Martha María Barroso González.
Durante su participación en el 11o. Foro Laboral de la Asociación de Industriales del Sur de Tamaulipas AC, la directora de Apoyo a Unidades de Negocio para Manpower Group advirtió que si el talento no evoluciona a tener estrategias a corto plazo, y ver competencias que ayuden a tener pensamiento flexible y distinto, no se podrán lograr resultados distintos.
"Desde hace tiempo investigamos sobre talento, porque creemos que es la única pieza clave que nos puede llevar a ser un diferenciador". Podemos ser excelentes en la maquila, producción, innovación, creatividad; pero si no está manejado por talento, no podemos llegar a ninguna parte.
"Hoy tenemos objetivos, ciclos de negocio que han cambiado; tenemos un entorno de negocio incierto, poco predecible. Si el talento no evoluciona a tener estrategias más a corto plazo, donde podamos reajustarnos y ver competencias que nos ayuden a tener un pensamiento flexible, distinto, difícilmente podremos ver resultados distintos".
Dijo que hay fuerzas que están reconfigurando el mercado laboral: la elección individual. Una generación X comparada con un Millennial, la primera busca estabilidad laboral, una empresa que lo cobije, que esté en un horario y tenga objetivos, es una generación estructurada.
Un Millennial busca calidad de vida, tener retos, busca a la empresa, la empresa no busca al Millennial, y necesita que la marca lo atraiga.
"¿Cómo combinamos más generación Baby Boomers, más Generación Y, con esta elección individual? ¿Cómo atraemos al talento cuando estamos reclutando, cómo lo compensamos?, ¿Estamos atrayendo con paquetes de compensaciones iguales para todos? ¿Funcionan los modelos tradicionales de atraer a la gente bajo un horario de 9:00 a 18:00, con ciertos lineamientos, beneficios? Nos hemos puesto a investigar qué le interesa a la gente".
Apuntó que si se le pregunta a un Millennial si le interesan los vales de despensa que ofrece la empresa, dirá que no. Lo que quiere es que se le den proyectos, entrenamiento, que los manden a alguna asignación.
"Otras generaciones les interesa tener más beneficios y mayor estabilidad porque tienen una familia. En la elección individual pensemos que los paquetes y la contratación ya no se ajustan a una sola para todos.
"Tenemos también la sofisticación del cliente: lo vivimos todos los días. Ya no se ajustan a un solo modelo comercial que nosotros ofrezcamos. Hoy cada cliente requiere un modelo distinto".
Afirmó que se debe interactuar entre los distintos talentos existentes para poder invitar al cliente aquello que está buscando.
"Nos hemos enfrentado a clientes que piden soluciones que nunca hemos dado, que nunca hemos ofrecido y que el cliente mismo nos está haciendo repensar en un modelo de negocio que no teníamos contemplado.
"Este intercambio, esta conexión entre aquel que es en sus habilidades muy estructurado con aquel que es muy visionario y creativo, pueden embonar para darle al cliente la solución que está buscando".
Añadió que hoy el reto es seguir buscando sofisticación de nuestra empresa para que el cliente cubra sus necesidades.
"Olvidémonos de ofrecer soluciones que creemos desde nosotros que pueden funcionar a los clientes. Ya no hay soluciones únicas".