Con la aprobación del plan fiscal que impulsó el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se incluye un impuesto a las remesas del 1 por ciento. Esta situación obligará a los migrantes a usar canales formales e informales, así como el uso de criptomonedas.
En su análisis, la compañía de gestión de riesgos Coface señaló que algunos migrantes que utilizan medios de transferencia no exentos de impuestos podrán abrir cuentas bancarias o conseguir tarjetas de crédito con los documentos mínimos.
Mientras que otros podrán recurrir a canales informales que pueden ser infiltrados por organizaciones criminales con fines de lavado de dinero.
“Existen sistemas informales de transferencia de dinero que operan al margen del sector bancario regulado y se basan en la confianza y las relaciones personales entre los participantes”, refirió Coface en su análisis.
Por otro lado, señaló que algunos migrantes podrían hacer uso de criptomonedas a fin de evitar el impuesto, mientras que otros pueden utilizar a familiares o amigos que estén exentos de la medida.
“Ya se utiliza en países con monedas inestables o con infraestructuras bancarias y de pago limitadas, sin embargo, la volatilidad de las criptomonedas sigue siendo un factor disuasorio. Las billeteras digitales también son una posibilidad”, añadió la firma.
Ingresos reducidos y afectaciones a la fuerza laboral de EU
Coface señaló que, dado el amplio espectro de la exención y las diversas vías de elusión, el posible aumento de la recaudación fiscal parece limitado.
Esto, ya que el Comité Conjunto de Tributación lo estimó en 26 mil millones de dólares durante la próxima década. Sin embargo, esta cantidad se calculó sobre la base de una tasa impositiva inicial del 3.5 por ciento.
Por lo que bajar al 1 por ciento el impuesto planteado se traduciría en un menor alcance tributario para las finanzas públicas del gobierno de Donald Trump.
Coface dijo que algunos migrantes no podrán transferirse exentos de impuestos. Algunos sectores económicos estadounidenses, especialmente dependientes de estas personas, ya sufren las consecuencias de su partida.
Al afectar la migración ilegal, estos impuestos contribuirán a reducir la fuerza laboral en sectores especialmente dependientes de las personas indocumentadas, lo que podría incrementar sus precios de producción y afectar su producción.
Si sólo 4.9 por ciento de la fuerza laboral de los Estados Unidos es indocumentada, las tasas son respectivamente del:
- 19 por ciento entre los trabajadores domésticos, en servicios a edificios y viviendas y paisajismo.
- Otro 16 por ciento en el sacrificio y procesamiento de animales y la producción de cultivos.
Por lo que endurecer las medidas migratorias tendría efectos notables en el mercado laboral de Estados Unidos.

MRA