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Qué hacer cuando EU deje de ser asegurable

El cambio climático obliga a los actuarios a hacer un nuevo cálculo radical del precio del riesgo

Pensaba que ya habíamos terminado con las mascarillas, pero no. Los neoyorquinos las volvieron a usar la semana pasada, al menos los que nos atrevimos a salir a la calle, mientras la ciudad se cubría de espesas columnas de humo procedentes de los incendios forestales en Canadá que llevan ardiendo más de un mes. Se cancelaron las clases y las actividades al aire libre y se advirtió a los residentes que permanecieran en casa, ya que la calidad del aire alcanzó el peor nivel jamás registrado. Nueva York se convirtió, aunque por poco tiempo, en uno de los lugares más peligrosos del planeta para respirar.

Por extraño que resultara ver la ciudad cubierta de una neblina similar a la de Delhi, no se trataba de un cisne negro. En los últimos años, los incendios forestales han causado estragos en California, el sureste de Australia, Canadá y partes del Mediterráneo, gracias al aumento de las temperaturas y la prolongación de la estación seca. Según la reaseguradora Munich Re, las pérdidas mundiales por este fenómeno entre 2018 y 2022 alcanzaron 69 mil millones de dólares, y las aseguradoras pagaron 39 mil mdd en reclamaciones.

Cuatro de los cinco incendios forestales más costosos económicamente de la última década ocurrieron en California. Esta es una de las principales razones por las que State Farm, una de las compañías de seguros más grandes del país, anunció a finales del mes pasado que dejará de vender cobertura a los propietarios de viviendas en California, no solo en las zonas afectadas por los incendios, sino en todo el estado.

Allstate, la cuarta aseguradora inmobiliaria de California, también está aplazando la firma de nuevas pólizas. Entre los incendios forestales, el aumento del nivel del mar y otros problemas no relacionados con el clima, como los elevados costos de reemplazo de las viviendas, California se ha convertido en el estado menos asegurable de Estados Unidos.

Florida, Texas, Colorado, Luisiana y Nueva York no están muy lejos, ya que las catástrofes naturales relacionadas con el cambio climático hacen mucho más difícil --y en algunos casos incluso imposible-- asegurar viviendas y locales comerciales. En Florida, un estado propenso a los huracanes y que también es famoso por el fraude en seguros, se retiraron muchos grandes proveedores, dejando el mercado en manos de un puñado de empresas más pequeñas que luchan por sobrevivir. Según el Instituto de Información de Seguros, las primas de los seguros de vivienda en este estado triplicaron el año pasado el promedio nacional.

Pero, sorprendentemente, eso no ha impedido que la gente construya, o se mude, a Florida: la población del estado (de la que más de tres cuartas partes vive en una zona costera) aumentó 15 por ciento entre 2010 y 2020, incluso cuando lugares como Miami se están hundiendo. El año pasado, mientras viajaba a una conferencia en South Beach, me di cuenta de que el agua subía por la calle. Cuando mi taxi llegó al lugar de la conferencia, tuve que enrollar los jeans para cruzar la calle hasta el hotel situado frente a la playa. A pesar de estas claras señales de que la costa tiene fecha de caducidad, a mi alrededor se estaban construyendo nuevos condominios. Le pregunté al taxista, residente de toda la vida, qué le parecía. “El clima está empeorando”, me dijo. “Pero la gente que compra estas cosas tiene tanto dinero que no les importa si los edificios se los lleva el agua dentro de 20 años”.

Sin duda esto es cierto en algunas zonas de Miami y California. No lo es tanto en Luisiana, un estado pobre que ahora ofrece millones de dólares en subsidios para atraer a las aseguradoras de nuevo al mercado, o en el este de Kentucky, donde el precio del seguro contra inundaciones se va a cuadruplicar, pero no se puede culpar a las aseguradoras por su renuencia a estar en estos mercados, al tener en cuenta el aumento de la acumulación de riesgos en las zonas propensas a las catástrofes. También está el aumento general de los costos de reemplazo de edificios residenciales a escala nacional, que subieron más de 55 por ciento desde 2019 gracias a la inflación de la mano de obra y los materiales.

De hecho, hay un fuerte argumento para presentar que Estados Unidos ha estado subsidiando de manera imprudente el riesgo durante décadas a través de cosas como el seguro federal contra inundaciones, que el gobierno está eliminando lenta y gradualmente pero con seguridad. El seguro federal contra inundaciones mantuvo las primas promedio a menos de la mitad de lo que puede estar si el riesgo tuviera un precio adecuado. Mientras, estados como California tienen normas que se remontan a la década de 1980 y que prohíben a las aseguradoras fijar los precios del riesgo de forma prospectiva basándose en modelos climáticos nuevos y mejorados, o incorporando el costo del reaseguro (también en aumento).

A medida que se incrementen los precios, seguro veremos algunos desplazamientos demográficos fuera de las zonas no asegurables de Estados Unidos. Es probable que los que se queden sean lo bastante ricos como para darse el lujo de pagar el aumento de las primas, o se vuelvan mucho más vulnerables. La Casa Blanca está ofreciendo algo de ayuda en este último frente, con 24 mil millones de dólares destinados a aumentar la resistencia climática en las comunidades de riesgo.

Pero el sector de los seguros también debe ser más proactivo. “Tenemos que pasar de una mentalidad de detectar y corregir a un modelo de reparar y prevenir”, dice Sean Kevelighan, director ejecutivo del Insure Information Institute. Quiere que el sector colabore de manera más estrecha con los profesionales de la construcción y los agentes inmobiliarios para dar a conocer mejor los riesgos potenciales y los costos de los seguros en las zonas vulnerables.

Tampoco es probable que esta tendencia se limite a EU. Un reciente informe de Munich Re sobre los incendios forestales en Estados Unidos señala que “se observan evoluciones similares en muchas partes del mundo, como la región mediterránea europea o partes de Australia. Dados los elevados valores expuestos en estas zonas, la administración de riesgos debe seguir de cerca esta evolución”.

Financial Times Limited. Declaimer 2021
Financial Times Limited. Declaimer 2021


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@The Financial Times Limited 2025. Todos los derechos reservados . La traducción de este texto es responsabilidad de Milenio Diario.

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