La Reserva Federal recortó las tasas de interés a su nivel más bajo en tres años en una decisión dividida, ya que la creciente preocupación por el debilitamiento del mercado laboral tuvo más peso que la persistente alta inflación.
El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) redujo la tasa de interés de referencia de los fondos federales en un cuarto de punto por tercera vez consecutiva, a un rango de 3.5 a 3.75 por ciento. La medida estuvo en línea con las expectativas del mercado.
Los responsables de la formulación de políticas dijeron que la tasa de desempleo “subió ligeramente hasta septiembre” en medio de “riesgos a la baja” para el mercado laboral de Estados Unidos, y las últimas proyecciones económicas trimestrales también anticipan para el próximo año una reducción de la inflación más pronunciada de lo que se espera.
Tres de la docena de votantes del FOMC se opusieron al recorte de un cuarto de punto del banco central, la protesta más poderosa desde 2019.
El debate dentro de la Reserva Federal se produce mientras el presidente Donald Trump insiste en que el banco central debe recortar las tasas de manera mucho más agresiva, al tiempo que critica al jefe de la Fed, Jerome Powell.
El presidente dijo que el recorte de la tasa de interés debió ser “al menos el doble”, al tiempo que tildó a la Fed de “ciega”.
“Este tipo, el jefe de la Reserva Federal, es un estirado”, señaló Trump refiriéndose a Powell.
Nueve de los doce responsables de la fijación de tasas apoyaron la medida. Mientras que Austan Goolsbee, de Chicago, y Jeffrey Schmid, de Kansas City, respaldaron mantener las tasas, mientras que el gobernador de la Fed, Stephen Miran, un fiel aliado del presidente, pidió un recorte de medio punto.
Powell insinuó que el margen para nuevos recortes para 2026 era alto, y añadió que las tasas están “ahora dentro de un amplio rango de estimaciones de su valor neutral; estamos bien posicionados para esperar y ver cómo evoluciona la economía”.
En los llamados diagramas de puntos se muestra una marcada divergencia de opiniones. El pronóstico promedio mostró que los funcionarios esperan solo un recorte de 0.25 puntos porcentuales el próximo año, similar a la previsión de septiembre. Tres miembros consideraron que los costos de endeudamiento terminarán 2026 más altos que ahora, mientras que uno pronosticó seis recortes de un cuarto de punto.
“Todos en la mesa del FOMC coincidimos en que la inflación es demasiado alta y queremos que baje, y en que el mercado laboral se ha debilitado y que existe un mayor riesgo”, declaró Powell. “La diferencia radica en cómo se ponderan esos riesgos”.
Goldman Sachs señaló que también hubo varias “disensiones en la sombra” al recorte, con media docena de los 19 funcionarios de la Fed que presentan estimaciones para el gráfico de puntos indicando que las tasas debieron dejarse sin cambios.
“Sin duda habrá un debate más acalorado en el futuro porque hay opiniones muy diferentes en la junta y, para algunos, prioridades diferentes”, dijo Kristina Hooper, estratega jefe de mercado de Man Group.
Trump comenzó a realizar entrevistas esta semana sobre a quién nominará para reemplazar a Powell cuando su mandato expire en mayo de 2026, informó Financial Times el martes.
“Busco a alguien que sea honesto con las tasas de interés... honestamente, nuestras tasas deben ser mucho más bajas”, dijo Trump el miércoles. Ante dijo que anunciaría su elección a principios del próximo año, pero el miércoles indicó que era posible que la selección se hiciera en las próximas dos semanas.
Kevin Hassett, un aliado de Trump y favorito para el cargo, había dicho justo antes de la decisión de la Fed que si bien un recorte de un cuarto de punto sería un pequeño paso en la dirección correcta, el banco central tenía mucho margen para reducir las tasas y probablemente necesitaría flexibilizar aún más la política para impulsar la economía.
Baja creación de empleo
La decisión se produce luego de dos recortes de un cuarto de punto porcentual en las dos reuniones anteriores del FOMC, después de que los datos del mercado laboral indicaran que, tras años de fortaleza, la creación de empleo en la economía más grande del mundo se desaceleró de forma drástica.
Si bien la tasa de desempleo se mantiene baja en comparación con los estándares históricos, los miembros más moderados de la Fed creen que otros datos muestran que la economía estadunidense ya no crea empleos a un ritmo suficientemente rápido.
Sin embargo, otros miembros del comité argumentan que las señales de mayor inflación en el sector servicios, que domina la producción económica estadunidense, significan que la Fed tiene poco margen para recortar los costos de endeudamiento.
La inflación general del gasto en consumo personal (PCE) fue de 2.8 por ciento en el año hasta septiembre, ligeramente por encima del 2.7 por ciento del mes anterior. Las proyecciones publicadas con el comunicado de la Fed muestran que las autoridades esperan que la inflación caiga a 2.4 por ciento para finales del próximo año, frente a una estimación de septiembre de 2.6 por ciento.
La capacidad del FOMC para tomar decisiones también se ve obstaculizada por la escasez de datos oficiales debido al histórico cierre de gobierno de octubre y principios de noviembre.
El cierre provocó retrasos en la publicación de cifras cruciales, incluidos los datos oficiales de empleo e inflación, que son considerados como el estándar de oro para los pronósticos económicos.
Antes de la votación, los miembros más moderados del FOMC argumentaron que los datos del sector privado eran suficientemente buenos como para ofrecer una lectura precisa de la salud de la economía estadunidense.
Sin embargo, algunos miembros con una línea más dura dijeron que las cifras del sector privado, especialmente las de inflación, no son lo suficientemente confiables como para decidir si se deben recortar los costos de endeudamiento.
La Fed también indicó que reanudaría la compra de bonos del Tesoro a corto plazo para aliviar las tensiones en los mercados monetarios estadunidenses.
El banco central dejó de reducir su balance a principios de este mes, ya que decidió que el llamado proceso de ajuste cuantitativo había absorbido suficiente liquidez del sistema financiero desde que comenzó en 2022.
Wall Street, al alza
La Bolsa de Nueva York acogió con satisfacción el recorte y cerró la jornada al alza. El índice Dow Jones subió 1.05 por ciento, mientras que el tecnológico Nasdaq ganó 0.33 por ciento y el índice ampliado S&P 500 repuntó 0.67 por ciento.
El rendimiento de los bonos del Tesoro a dos años, que se mueve con las expectativas de inflación, cayó 0.04 por ciento, hasta 3.57 por ciento, ante las expectativas de recortes el próximo año.
Las tres discrepancias en torno a la decisión ayudaron a moderar la reacción del mercado, ya que esto sugiere que los funcionarios de la Fed están divididos sobre la dirección de la política monetaria.
Las acciones estadunidenses registran un desempeño mixto luego de los recortes de tasas de la Reserva Federal en el actual ciclo de flexibilización.
Desde que inició la política monetaria con un recorte “enorme” de medio punto en septiembre de 2024, el banco central de EU flexibilizó la política monetaria en cuatro ocasiones más, aunque con incrementos de un cuarto de punto.
En el periodo previo a cuatro de esos cinco recortes de tasas, el S&P repuntó en las 10 sesiones previas al día de la decisión. La tendencia se mantiene para la próxima reunión, con el índice de referencia de Wall Street avanzando en siete de las últimas 10 sesiones.
El desempeño posterior al recorte ha sido más mixto. Después de las últimas cinco bajas de tasas, el S&P perdió en las 10 sesiones posteriores a la decisión.
Prasad, profesor de la Universidad de Cornell, dijo: “Este recorte de tasas y los desacuerdos en ambos bandos presagian una creciente tensión entre los mandatos duales de la Fed y entre los miembros con una postura más moderada y los que tienen una más de línea dura”.
“Estas tensiones se intensificarán a medida que la administración de Donald Trump adquiera mayor influencia directa en las políticas de la Fed, incluso cuando la preocupación por la asequibilidad cobra protagonismo en el discurso político.