Microsoft se comprometió a garantizar la distribución abierta de sus juegos cuando su alta dirección viajó a Washington para abordar las posibles preocupaciones antimonopolio de los reguladores sobre su adquisición de Activision Blizzard por 75 mil millones de dólares.
Una delegación que incluye a Satya Nadella, director ejecutivo de Microsoft, llegó a Washington esta semana para reunirse con los legisladores tres semanas después de acordar la compra del desarrollador de juegos, la mayor operación de Microsoft a la fecha.
El compromiso aborda lo que la firma considera el principal medio de distribución de juegos: las tiendas de aplicaciones. Incluye mantener un sistema de distribución menos restrictivo que el de las tiendas de aplicaciones móviles de Apple y Google, medidas que Microsoft ya había adoptado con su tienda de aplicaciones existente, aunque poco utilizada, en Windows.
Los compromisos, que se basan en las normas adoptadas en 2020, también incluyen permitir a todos los desarrolladores acceder a la tienda de aplicaciones de Microsoft y no obligarles a utilizar su propio sistema de pago para procesar las compras en la aplicación.
Brad Smith, presidente y vicepresidente de Microsoft, dijo que el compromiso se desarrolló “en parte para abordar el papel y la responsabilidad crecientes de Microsoft mientras iniciamos el proceso de búsqueda de la aprobación regulatoria en las capitales de todo el mundo para nuestra adquisición de Activision Blizzard”.
Agregó que las reglas se crearon “teniendo muy en cuenta” las propuestas de regulación en todo el mundo y la legislación en el Congreso de Estados Unidos, que está avanzando en proyectos de ley destinados a reconfigurar la política de competencia en medio de los avances tecnológicos.
Entre ellas se encuentra la Ley de Mercados Abiertos de Aplicaciones, que fue aprobada por un comité del Senado estadunidense la semana pasada. Este proyecto de ley prohibirá que una tienda de aplicaciones con más de 50 millones de usuarios obligue a los desarrolladores a utilizar su propio sistema de pago o los penalice por ofrecer condiciones de precio diferentes en otras plataformas.
Apple y Google enfrentan a críticas y demandas por las restricciones de sus tiendas de aplicaciones móviles. Las dos cobran comisiones de hasta 30 por ciento por la compra de productos digitales, para lo cual los desarrolladores están obligados a utilizar los sistemas de pago de las compañías. Apple también prohíbe las tiendas de aplicaciones rivales, obligando a los desarrolladores a utilizar su propio escaparate para llegar a los usuarios de iPhone y iPad.
Microsoft también se comprometió a hacer que los populares juegos de Activision, como Call of Duty, estén disponibles en PlayStation en virtud de los acuerdos existentes de Sony con el desarrollador de videojuegos, e incluso después de que estos venzan.
Microsoft se enfrenta a 17 organismos reguladores de todo el mundo en busca de la aprobación para completar la unión, la que provocó preocupaciones en torno a la magnitud de la transacción y el posible daño para otros actores de la industria de los juegos.
Smith argumentó que a las autoridades reguladoras no les habría preocupado que una entidad combinada se convirtiera en la tercera más grande de su sector “especialmente cuando el número uno y el número dos son de China (Tencent) y Japón (Sony)”.