De acuerdo con una nueva encuesta, casi un tercio de los inversionistas británicos mayores de 55 años nunca ha oído hablar de los fondos cotizados en bolsa (ETF), en comparación con tan solo 8 por ciento de los inversionistas de entre 18 y 34 años.
Este punto ciego indica una falta de comprensión y conocimiento del formato de los ETF, que se encuentra en rápido crecimiento, algo que al parecer frena la inversión en la estructura de fondos de muchos inversionistas mayores, con menores ingresos y mujeres, de acuerdo con la Asociación de Inversiones, que realizó el estudio.
“Un segmento sofisticado de inversionistas más jóvenes y autónomos abraza los ETF por las ventajas de las operaciones intradía y las estructuras rentables”, dijo Miranda Seath, directora de análisis de mercado de la Asociación de Inversiones.
En cambio, “si se observa la amplia base de inversionistas, en particular los que no poseen ETF, la falta de conocimiento es lo que los frena”, añadió.
Los ETF, que fueron desarrollados en la década de 1990, son una versión más moderna del formato centenario de los fondos mutuos. Ambos suelen ofrecer una gama diversificada de inversiones, por lo general acciones o bonos.
Sin embargo, los ETF se diferencian de los fondos mutuos en que cotizan en bolsa, lo que facilita y agiliza sus operaciones. Además pueden ofrecer ventajas fiscales, sobre todo los que invierten en acciones estadunidenses, y suelen tener comisiones de administración más bajas.
La mayoría de los ETF replican de forma pasiva un índice, como el FTSE 100, pero ahora se están lanzando vehículos de manejo más activo.
El análisis a 2 mil inversionistas de Reino Unido reveló que la adopción de ETF es impulsada por personas más jóvenes, con mayor poder adquisitivo y hombres. Hasta 41 por ciento de los entusiastas en ETF tienen entre 18 y 34 años, y solo 17 por ciento tiene más de 55. En Reino Unido en general, estas cifras se invierten: 25 y 44 por ciento, respectivamente.
Casi un tercio de los inversionistas en ETF ganan más de 90 mil libras, en comparación con solo 13 por ciento del total, mientras que la mitad comenzó a invertir en los últimos cinco años y dos tercios son hombres.
Los inversionistas en ETF también son mucho más activos, con solo 4 por ciento que no ha realizado ninguna operación en 12 meses, en comparación con 38 por ciento del total.
Entre las recomendaciones de la Asociación de Inversiones se encuentran un programa coordinado de formación que abarque a todo el sector y que las plataformas amplíen la gama de ETF que ofrecen, reduzcan la inversión mínima y las comisiones de las operaciones, lo que considera un obstáculo para su adopción.
Los asesores financieros también deben ser más receptivos a la estructura del fondo, según la Investment Association, ya que la encuesta revela que más de la mitad de los clientes que reciben asesoría nunca ha recibido una recomendación para comprar un ETF.
Alan Miller, director de inversiones de SCM Direct, gestor patrimonial con sede en Londres especializado en ETF, dijo que no le sorprende el desconocimiento de los fondos por parte de muchos inversionistas de mayor edad y apoyó la idea de una campaña educativa, aunque considera que puede ser problemática para gran parte del sector.
“Cada vez más inversionistas jóvenes comprenden las ventajas de los ETF, y ahí radica el problema para el gestor de activos promedio, ya que los ETF suelen cobrar comisiones más bajas, tener más liquidez y un mejor rendimiento (que sus propios fondos)”.
Aunque algunos pueden considerar que invertir en ETF o en fondos mutuos tiene poca importancia, Seath cree que una mayor comprensión de los ETF facilitará el objetivo de la ministra de la Hacienda británica, Rachel Reeves, de impulsar la inversión en los mercados financieros.
“Creemos que será absolutamente crucial para nuestra misión principal de alentar a más personas a invertir”, afirmó Seath.