Negocios

¿Los holgazanes tienen el sector laboral caliente?

Opinión. Luego de probar el trabajo en casa por la pandemia, los profesionales están revaluando sus prioridades personales

Muy bien, está claro que es un encabezado diseñado para llamar la atención, pero me refiero a una investigación reciente de la Brookings Institution, en la que se descubrió que muchos empleados estadunidenses, en particular los hombres con estudios, laboran menos horas que antes de la pandemia. Mientras que aquellos con salarios más bajos aumentaron sus horas de trabajo, probablemente para hacer frente a la crisis del costo de la vida, los que tienen mayor preparación producen menos que antes.

Es probable que parte de esta tendencia se deba al trabajo desde casa. Según Torsten Slok, economista jefe de Apollo Global Management, el uso del metro en Nueva York está a 70 por ciento de los niveles de 2019, y en San Francisco apenas llega a 47 por ciento. Si se reduce el tiempo de desplazamiento para ir a trabajar, en automático se reducen algunas horas de ocupación. Parte de eso tiene que ver con que la gente sigue sufriendo con el covid largo, según los autores de Brookings.

Pero otra parte se debe a que la gente está revaluando sus prioridades personales. Después de haber probado la vida en casa, y en mejor equilibrio, tengo que preguntarme si los hombres con estudios no están pasando por algunos de los árboles de decisiones por los que las mujeres con preparación han navegado durante años. Una de las muchas razones por las que me decidí por una carrera profesional con una cartera que yo misma administro en lugar de un puesto directivo de alto nivel es que me daba más flexibilidad para la familia.

Los columnistas o consultores, o cualquiera que esté por su cuenta —a menudo compaginando más de un trabajo o cliente—, pueden trabajar tanto como quieran, cuando quieran, mientras que los puestos gerenciales dependen de los clientes; tienes que estar en juntas y estás comprometido con los horarios de otras personas. Nunca he tenido un trabajo en el que no pudiera desayunar o cenar con mis hijos de manera regular, pero tampoco he tenido nunca uno en el que no trabajara de madrugada, por la noche y los fines de semana. No se trata de productividad, sino de flexibilidad.

El reto para los gerentes es que una nueva generación de trabajadores, entre los que hay más hombres, no quiere estar comprometida con los horarios de los demás, tengan o no hijos. Hace poco asistí a una cena de ejecutivos de Fortune 500 y uno de los principales retos que se debatieron fue el hecho de que los profesionales de alto nivel quieren que las empresas se adapten a sus horarios, y no al revés. Un directivo señaló que no solo se trataba de una tendencia de los millennials, sino que se estaba convirtiendo en la norma. Es posible que Jamie Dimon, de JP Morgan Chase, consiga que la gente trabaje como antes de la pandemia, pero según mis informes, diría que muy pocos más pueden hacerlo.

La opinión generalizada es que esta actitud cambiará a medida que lo haga la economía, pero eso no es lo que me dicen los directores generales y los consultores con los que estuve hablando, que temen acabar con una enorme escasez de fuerza laboral, como hace 18 meses, y se muestran renuentes a despedir gente cuando la economía es tan incierta. Algunos están pensando en formas innovadoras de adaptarse a horarios extremadamente flexibles, como crear plataformas en las que se pueda trabajar a cualquier hora del día o de la noche. Otros hablan (en voz baja) de invertir más en inteligencia artificial generativa para sustituir a los problemáticos humanos.

Ed, tengo curiosidad por saber si tú, como hombre muy culto, ¿has hecho algún nuevo cálculo de trabajo posterior a la pandemia? ¿Y qué crees que nos falta en nuestra conversación sobre el futuro del trabajo?

Lecturas recomendadas

—El artículo que escribe Martin Wolf sobre por qué Fox cambió la democracia por las utilidades y lo que esto significa para el futuro de Estados Unidos y del mundo es de lectura obligada. Como escribí en 2018, creo que el país que lidere el siglo XXI será el que encuentre la manera de controlar a sus élites.

—Por favor, también echen un vistazo a mi columna sobre lo que tienen en común el mercantilismo chino, los bancos demasiado grandes para quebrar, los grandes grupos de tecnología y las corporaciones europeas que especulan con los precios.

—El estupendo ensayo de Fintan O’Toole en New York Review of Books sobre el significado de Donald Trump, Stormy Daniels y nuestra sociedad del espectáculo es un maravilloso punto de conexión sobre dónde hemos llegado políticamente, y hacia dónde podemos estar yendo.

—Interesantes reacciones de varios políticos al discurso que Jake Sullivan dio sobre la conexión de los puntos entre la política interior y exterior en la Brookings Institution hace una semana.

— Y aunque llego muy tarde a esta fiesta, quería destacar el premiado documental en varios episodios de Spike Lee sobre la reacción del gobierno ante el huracán Katrina, titulado When the Levees Broke (Cuando se rompieron los diques). Mi hijo y yo lo vimos mientras visitábamos la Universidad de Tulane en Nueva Orleans el fin de semana pasado, que es una de las universidades que está evaluando. La ciudad todavía no se recupera, y es posible que nunca lo haga por lo que pude ver.

Edward Luce responde

Rana, es una pregunta que invita a la reflexión (y gracias por llamarme “muy culto”: ¡mucha gente no estaría de acuerdo!). Mi pandemia comenzó en 2012, cuando me convertí en columnista. Dejé de trabajar entre periodistas, algo que estuve haciendo durante las dos décadas anteriores, y me convertí en un Llanero Solitario, como tú. Es un tremendo privilegio hacer nuestro labor y elegir cuándo ver a nuestros hijos y otras flexibilidades. Así que el covid no fue una gran conmoción para mí.

Mi preocupación por los efectos en apariencia duraderos de trabajar desde casa tiene dos vertientes: en primer lugar, las personas con empleos administrativos o de cuello blanco que están físicamente presentes en el trabajo tienen más probabilidades de obtener ascensos, porque nada sustituye el tiempo que se está frente a frente (a diferencia de FaceTime). Cuando conoces a otros en persona descubres todo tipo de serendipias, con qué equipo está de acuerdo tu colega, a quién desprecian mutuamente, qué pequeñas debilidades tiene, etcétera. Por tanto, el home office es perjudicial para la carrera profesional y para la percepción de los beneficios que puede aportar el trabajo. Este es el secreto: no solo se trata de ocuparse, también es el principal vehículo para aprender sobre otros seres humanos. Además, si nos atenemos a las encuestas, el trabajo presencial te ofrece la mejor oportunidad de un romance... 

Mi segunda objeción es el elitismo del tema. Esta conversación es exclusiva de los empleos de cuello blanco. Eso nos convierte en privilegiados. Dado que lo más importante en la vida es el contacto con otras personas, ¿tal vez los trabajos que requieren contacto con otras personas nos están robando terreno? Los trabajos manuales están mal pagados e infravalorados, pero son más humanos y, por tanto, están más en contacto con nuestra especie, a medida que aumenta la divergencia. Mientras reconocemos más eso —y sé que tú lo haces— mejor.

Mi última reflexión, lo prometo. El periodismo es contacto humano. Internet es una ilusión. El trabajo informativo en línea es muy limitante. Siempre hay que interactuar de manera directa con la gente. Nunca debemos olvidarlo.

Sus comentarios

Y ahora unas palabras de nuestros lectores. En respuesta a : “En los últimos años, India y China son más parecidos de lo que les gustaría reconocer:

—Impulsar la política de la nostalgia en medio de una multitud de problemas internos (desaceleración de la economía y aumento de la desigualdad, por nombrar algunos).

—Poner en peligro las normas y costumbres políticas que sirven de instituciones informales (junto con el daño real a las formales).

—Proyectar una imagen de fortaleza para reforzar el régimen del líder autócrata al estilo Modi y Xi, entre otros.

Hay un refrán chino que describe muy bien la posición estratégica de India (traducido libremente) cuando el gallinago y las almejas se pelean, los pescadores son los que se benefician. Es probable que India espera beneficiarse de un vacío que surja de Estados Unidos y China como países debilitados o distraídos… a la hora de la verdad, Delhi se verá obligada a elegir un bando y, en mi opinión, es probable que se incline por EU. Pero, sin duda, tienes razón al señalar que nunca será un aliado natural de Estados Unidos”. Nicholas Chia.

Financial Times Limited. Declaimer 2021
Financial Times Limited. Declaimer 2021


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@The Financial Times Limited 2025. Todos los derechos reservados . La traducción de este texto es responsabilidad de Milenio Diario.

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