Negocios

La estrategia de seguridad de EU, una amenaza para Europa

El principal objetivo de Washington es claro: ayudar a que los “patriotas” de derecha lleguen al poder en todo el continente; el bloque debe buscar una respuesta

“Pagaremos cualquier precio, soportaremos cualquier carga, afrontaremos cualquier dificultad, apoyaremos a cualquier amigo, nos opondremos a cualquier enemigo para asegurar la supervivencia y el éxito de la libertad”. Así, en su discurso inaugural del 20 de enero de 1961, el presidente John F. Kennedy declaró los objetivos de su administración. Era el apogeo de la Guerra Fría. Para los habitantes de una Europa dividida, el discurso fue electrizante. En retrospectiva, esta pretenciosa ambición condujo a la extensión de la guerra de Vietnam, pero también fue un indicio de una idea que ennoblecía: la de una superpotencia con un propósito moral. A pesar de todos los fracasos, la gente siguió creyendo en su propósito: a diferencia de los nazis y los comunistas, Estados Unidos creía en la libertad y la democracia.

Para ningún pueblo este compromiso ha sido más significativo que para los europeos. Al final, condujo al colapso del imperio soviético, a la liberación de Europa central y oriental y a una nueva era de unificación, paz y prosperidad. Como suele ocurrir a menudo en la historia, las esperanzas empezaron a verse frustradas. Se ven defraudadas por el ascenso de fuerzas xenófobas y antidemocráticas en Europa, por el resurgimiento de una Rusia autoritaria, revanchista y belicoso, y por la intensa hostilidad por parte de la segunda administración de Donald Trump hacia las ideas centrales de Europa en la era contemporánea.

La nueva Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos presenta muchas características extrañas, pero la más rara, y para los europeos la más inquietante, es que ahora solo ellos son vistos como los únicos enemigos ideológicos. En el resto del documento, los intereses se consideran meramente materiales, más que ideológicos.

Las amenazas a la democracia y la libertad ahora provienen únicamente de sus oponentes dentro de EU y sus aliados más cercanos. Por lo tanto, afirma que los poderes del gobierno estadunidense nunca deben ser “abusados...bajo el pretexto de…’ proteger nuestra democracia’”. Justo debajo (y no por casualidad) afirma: “Nos vamos a oponer a las restricciones antidemocráticas, impulsadas por las élites, sobre las libertades fundamentales en Europa, la anglosfera y el resto del mundo democrático, especialmente entre nuestros aliados”. Además, “La diplomacia estadunidense debe seguir defendiendo la democracia genuina, la libertad de expresión y la celebración sin complejos del carácter y la historia individual de las naciones europeas. Estados Unidos alienta a sus aliados políticos en Europa a promover este resurgimiento del espíritu, y la creciente influencia de los partidos patrióticos europeos es, sin duda, motivo de gran optimismo”.

La importancia es clara: el principal objetivo de EU para Europa es ayudar a que los “patriotas” de derecha lleguen al poder en todo el continente. Además, insiste, los intentos de resistirse a este tipo de partidos son en sí mismos antidemocráticos. Sin embargo, vale la pena recordar que, a diferencia de EU (hasta ahora), los europeos guardan un doloroso recuerdo de las consecuencias de otorgar a los extremistas de derecha el derecho a buscar el poder democráticamente. Todavía recuerdan cómo Hitler llegó al poder.

La alianza con la extrema derecha es deliberada. En el documento se declara el deseo de proteger a Europa de la “desaparición de su civilización” por acciones de las instituciones, la migración masiva, la censura de la “libertad de expresión” y la supresión de la oposición política. La idea es clara: “Nuestro objetivo debe ser ayudar a Europa a corregir su trayectoria actual”. ¿Cómo pretende EU “corregir” esa trayectoria? Ayudando a los autoritarios de derecha, neofascistas y admiradores de Putin a llegar al poder.

​Gran parte del resto del documento me parece vacuo o ridículo. No veo, por ejemplo, ninguna estrategia coherente para tratar con China. También contiene la firme convicción de que los países seguirán confiando en Estados Unidos sin importar lo injusto, irracional e impredecible que sea su comportamiento, especialmente en materia de aranceles y otras formas de exigir concesiones. Sugiere que EU puede someter a Sudamérica, a pesar de la creciente influencia de China. Está convencido de que la supremacía tecnológica estadunidense sobrevivirá a la guerra del país contra la ciencia y a la hostilidad racista hacia los inmigrantes. Pero una declaración es sin duda importante: “Rechazamos las desastrosas ideologías del ‘cambio climático’ y el ‘cero neto’ que han dañado tanto a Europa, amenazan a Estados Unidos y subsidian a nuestros adversarios”. Esta es, pues, una forma de entregar el futuro a China.

Para los europeos, esta estrategia demuestra que EU desea desmantelar la Unión Europea como institución y poner el poder en manos de los lamebotas de Trump y Putin. Será difícil para los europeos —que sufren de indefensión aprendida, fragmentados y marcados por el recuerdo de las dos guerras mundiales— reaccionar. Pero no hay alternativa, con excepción del colapso. Gran parte de esto se aplica también a Reino Unido, que decidió embarcarse en el Brexit en lo que resultó ser un momento desastroso.

¿Qué se tiene que hacer? El objetivo inmediato debe ser apoyar a Ucrania con todos los medios necesarios y de cualquier manera viable, para lograr una paz justa y estable. Europa también debe crear una respuesta eficaz a las amenazas rusas. Una excelente propuesta de Philipp Hildebrand, Hélène Rey y Moritz Schularick para la “gobernanza y financiamiento de la defensa europea” es muy pertinente.

Cuando volví a leer las palabras de Kennedy, imaginé una versión parodia de Trump: “Exigiremos cualquier suma, impondremos cualquier carga, vamos a ocasionar cualquier dificultad, nos opondremos a cualquier amigo y nos haremos amigos de cualquier enemigo para asegurar la riqueza y el poder mío, de mi familia y de mis amigos”. Sin embargo, incluso si Trump fuera tan egoísta y transaccional como esto, MAGA no lo es. Noah Smith argumenta que “la derecha estadunidense valora a Europa porque la considera una patria blanca y cristiana”. Para que la Europa liberal perdure se deben enfrentar y derrotar a estas fantasías reaccionarias.



Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
@The Financial Times Limited 2025. Todos los derechos reservados . La traducción de este texto es responsabilidad de Milenio Diario.

Más notas en: https://www.ft.com