El país de las McMansiones está reduciendo su tamaño. La crisis de asequibilidad y la reducción de los hogares significa que las nuevas viviendas sean más pequeñas, pro los viejos hábitos son difíciles de romper. Aunque las propiedades se reduzcan, aún son mucho más grandes que en el resto del mundo occidental.
Los inmuebles estadunidenses siguen en la cima de las clasificaciones mundiales por pie cuadrado. Los clósets con vestidor, los estudios y los cuartos de lavado todavía son elementos comunes, aunque las familias pasen la mayor parte del tiempo en la cocina.
Los hogares estadunidenses se expandieron en consonancia con la riqueza del país después de la Segunda Guerra Mundial. El espacio era sinónimo de prosperidad. En 1973, la vivienda promedio de nueva construcción en Estados Unidos era de mil 660 pies cuadrados (154.22 metros cuadrados), de acuerdo con el censo estadunidense. En 2015 alcanzó un máximo de 2 mil 687 pies cuadrados (249.3 metros cuadrados). Desde entonces se ha reducido ligeramente. En 2020 era de 2 mil 261 pies cuadrados (210.05 metros cuadrados).
Sin embargo, las casas estadunidenses aún son más grandes que el promedio mundial. Las familias japonesas se conforman con menos de la mitad del tamaño, pues viven en mil 33 pies cuadrados (95.97 metros cuadrados) en promedio. Las casas de Reino Unido tienen un promedio de 924 pies cuadrados (85.84 metros cuadrados), de acuerdo con los datos de Demographia, una consultora de política pública estadunidense.
La explicación romántica de las grandes casas de Estados Unidos apunta a una historia de pioneros que construyeron parcelas en lugares vacíos con mucho espacio para extenderse, pero el costo y la expansión de las ciudades pueden ser las verdaderas razones.
La producción en masa y los materiales de construcción baratos hicieron que las casas grandes fueran poco costosas. En lugar de ladrillo o piedra, la mayoría de las casas son de madera. Unos cuantos metros cuadrados más no suponen ni tiempo ni costos adicionales, aunque los costos de calefacción y refrigeración aumentan de manera considerable.
El auge de la vida suburbana también fomentó las casas más grandes, al igual que las leyes de zonificación diseñadas para mantener la personalidad de un vecindario. En lugar de construir bloques de departamentos llenos de pequeñas unidades, muchas zonas exigen a los promotores que creen “casas unifamiliares” de un tamaño mínimo.
Los jóvenes que aspiran a ser propietarios de una casa y que buscan viviendas más pequeñas a precios más bajos siguen teniendo dificultades. Según la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios, la oferta de viviendas está en alza después de la pandemia. Pero el aumento de las tasas de interés hipotecarios y del precio de la vivienda hace que sea 55 por ciento más caro comprar una casa ahora que hace un año. De ahí la creciente popularidad de los alojamientos alternativos. Esto incluye vehículos recreativos o vivir con compañeros de piso. La financiera hipotecaria Freddie Mac calculaba que la escasez de viviendas en EU era de 3.8 millones para finales de 2020. Reducir el tamaño de las viviendas es una forma de solucionarlo.