Más de 150 invitados de élite de habla rusa debían embarcarse el mes pasado en un crucero de lujo al Polo Norte a bordo de un rompehielos propiedad de una compañía que pertenece a la multimillonaria familia francesa Pinault, con comidas con estrellas Michelin, saunas y telescopios Swarovski.

Pero el glamuroso crucero desde la isla noruega de Svalbard nunca se llevó a cabo, y la empresa propiedad de Pinault, Ponant, ahora se encuentra en los tribunales.
Ponant, con sede en Marsella, fue demandada en Francia por TRVL, la agencia de viajes de Dubái de propiedad rusa que alquiló el barco.
La acción legal se produjo luego de la cancelación del viaje de Ponant tras el arresto en Estados Unidos de un empresario ruso de criptomonedas, cuya firma registrada en Delaware actuó como intermediario de pagos entre ambos, de acuerdo con los documentos que pudo ver Financial Times.
TRVL alega que Ponant no le reembolsó 5.8 millones de dólares del costo total del alquiler, de 8.5 millones, después de que se cayó el lujoso viaje, que había atraído a ejecutivos corporativos y del sector de tecnología, así como a personalidades de la televisión de habla rusa. Además exige más de 7 millones de euros en daños y perjuicios.

El empresario de criptomonedas Iurii Gugnin —fundador de la empresa de corretaje Evita Investments, que manejó la transacción del crucero al Polo Norte, de acuerdo con el expediente judicial de TRVL— fue arrestado por el FBI en Nueva York en junio y acusado por la fiscalía estadunidense de violación de sanciones y lavado de dinero.
Alegan que Gugnin lavó más de 500 millones de dólares y ayudó a Rusia a adquirir tecnología estadunidense sensible.
Ponant y su propietaria, Artémis, el holding de los Pinault, se negaron a hacer comentarios sobre un proceso legal en curso. TRVL compartió la presentación judicial con Financial Times.
Celebración legendaria con DJ, natación en hielo y bar con parrilla
El crucero de dos semanas debía realizarse en el rompehielos de Ponant, Le Commandant Charcot, que cuenta con un showroom (una sala que mantiene la temperatura por debajo de menos 10 grados celsius, cuenta con nieve auténtica y permite tener una experiencia inmersiva), y culminaría el día 8, con la llegada al Polo Norte, según el folleto del viaje.
Allí los pasajeros desembarcarían en el hielo para una “celebración legendaria” que incluía sesiones de DJ, natación en hielo y un bar con parrilla.
“Una comunidad de emprendedores” les espera, decía el sitio web del viaje, “que les ayudará a ampliar su red de contactos, establecer conexiones valiosas y crecer como personas y profesionales”.
El folleto y otro tipo de mercadotecnia se publicaron en el sitio web de una agencia de viajes de Moscú que, al igual que la firma TRVL, de Dubái, fue cofundada por el empresario turístico Boris Pustovoytov, que se especializa en la organización de viajes premium a destinos remotos, y dice que sus clientes predominantemente de habla rusa provienen de más de una docena de países.
Según el sitio web de la agencia moscovita Neverend, la lista de pasajeros incluía oradores estrella: un ejecutivo que ayudó a ampliar la red de gasolineras de Gazprom, el director de un laboratorio de inteligencia artificial en el grupo ruso de tecnología Yandex, un presentador ruso de programas de televisión con más de 20 millones de seguidores, un restaurantero, comediantes y otros.
El precio por camarote partía de 70 mil dólares y llegaba hasta 200 mil, según el folleto.
La popular banda de rock rusa Leningrad, que recién grabó un éxito en el que elogiaba a la compañía estatal de defensa Rostec por fabricar “las mejores armas”, actuaría a bordo.
Entonces, en julio, menos de dos meses antes de la fecha programada para la partida del crucero, los planes se cayeron.
Primero, un medio de comunicación local del Ártico se enteró del viaje. Algunos residentes de Svalbard, con una población de 2 mil 600 habitantes, empezaron a hacer planes de protestas para cuando el barco atracara, informó el periódico SvalbardPosten, en medio de la creciente tensión por la guerra de Rusia en Ucrania y la preocupación por la intromisión encubierta de Moscú en los países vecinos.
Alrededor del momento de esos reportajes, Ponant pidió a los organizadores del viaje que eliminaran una referencia a la familia Pinault de su material de mercadotecnia en ruso, según declaró Pustovoytov, de TRVL, a Financial Times.
Pustovoytov dijo que las preocupaciones tal vez surgieron “en un momento en que Rusia es el enemigo número uno, de acuerdo con el Ministerio de Defensa francés”. Sin embargo, todos los pasajeros fueron examinados para comprobar el cumplimiento de las sanciones y que se les había expedido visas de la Unión Europea, dijo, y añadió que Ponant tenía acceso constante a la lista de pasajeros.
Ambas partes acordaron que TRVL utilizaría un intermediario para transferir los fondos destinados al pago del crucero, de acuerdo con la presentación judicial de TRVL. Pustovoytov alegó que su empresa ofreció realizar transferencias bancarias directas, pero la parte francesa exigió un intermediario.
TRVL introdujo a Evita en la transacción el 28 de octubre del año pasado, de acuerdo con el expediente en los tribunales, después de que el primer intermediario que utilizaron las partes cobrara una comisión elevada. Ponant realizó verificaciones de la empresa de pagos y aprobó su uso, según TRVL.
Después, en junio, Gugnin, de Evita, fue arrestado y compareció ante los tribunales en Nueva York. Fue acusado de 22 delitos, entre ellos fraude electrónico y bancario, lavado de dinero y otras ofensas.
La fiscalía estadunidense afirmó que tenía conexiones con funcionarios rusos e iraníes y que convirtió “una empresa de criptomonedas en una vía encubierta para el tráfico de dinero sucio”.
En la acusación de EU no se menciona la transacción del crucero por el Ártico ni sugiere que esté relacionada de alguna manera con los pagos de dicho viaje.
Gugnin, también conocido como George Goognin, se mudó de Rusia a EU poco después de que Moscú lanzara su invasión de Ucrania. Los medios estadunidenses publicaron su perfil meses antes de su arresto como el “inquilino millonario” de un departamento de 19 mil dólares al mes en Manhattan.
Impacto financiero “totalmente catastrófico”
El contrato para alquilar el buque, que TRVL compartió con Financial Times, exige a la agencia con sede en Dubái el cumplimiento de una serie de normas de ética empresarial, incluidas las sanciones. Cualquier incumplimiento, según el documento, permite al propietario del barco suspender el contrato, con toda la responsabilidad recayendo en el que lo alquila, TRVL.
El 2 de julio, de acuerdo con los documentos judiciales presentados por TRVL, Ponant rescindió el contrato y se negó a devolver los 5.5 millones de dólares en pagos que había recibido hasta la fecha por el costo del viaje.
Ponant citó los cargos penales contra Gugnin, fundador de la agencia, como un “grave incumplimiento que socava la legalidad e integridad de nuestra relación comercial”, de acuerdo con un extracto de la carta de rescisión de Ponant incluida en la presentación legal de TRVL, y describe a Evita como “su agencia designada”.
TRVL lo refuta, alegando que Ponant revisó rigurosamente la agencia y la aprobó.
Sin embargo, el impacto financiero es “totalmente catastróficos” para la pequeña agencia de viajes de Dubái, declaró su abogado, Jérôme Lacrouts, en documentos judiciales, y existe un riesgo adicional de demandas por parte de los 165 clientes que ya pagaron sus camarotes.
“Y estos son el tipo de clientes con los que no se puede bromear, dado el precio promedio de los camarotes”, se lee en la presentación legal. El martes se celebró una audiencia preliminar, informó el sitio web del tribunal de Marsella. La familia Pinault es una de las más ricas de Francia, conocida por su colección de arte contemporáneo de talla mundial, albergada en los museos que creó en París y Venecia, y por controlar el grupo de lujo Kering, propietario de Gucci y Saint Laurent.
Además de poseer su participación en Kering y Ponant, el holding familiar Artémis también es propietario de la casa de subastas Christie’s, la superagencia de Hollywood CAA y una participación minoritaria considerable en la marca de ropa deportiva Puma.
Sin embargo, las acciones de Kering registran una caída de 53 por ciento en los últimos dos años, lo que ha afectado negativamente a la fortuna familiar en medio de una desaceleración del sector del lujo.
Artémis compró Ponant en 2015. Opera 13 cruceros de lujo con bandera francesa; Le Commandant Charcot, la joya de la corona.
Otras excursiones que ofrece la compañía incluyen un viaje de tres semanas desde Buenos Aires a la Antártida, un recorrido por el Egeo y un viaje desde Lisboa a Argentina.
Organizar este tipo de viajes es difícil, dijo Pustovoytov. Reconoció que los pagos de TRVL a Ponant llegaron de forma irregular y con retrasos respecto al calendario acordado en su contrato, hecho que también se menciona en los documentos judiciales de TRVL.
Sin embargo, el viaje debía conmemorar el décimo aniversario de Neverend, y Pustovoytov expresó su confianza en la venta de boletos. Ponant también seguía dispuesto a firmar un acuerdo de chárter de vuelos comerciales con TRVL, algo que Pustovoytov compartió con el Financial Times, a finales de mayo.